Aeropuerto José Martí vende abanicos de cartón

Una solución «a la cubana» ante los fallos del aire acondicionado

El Aeropuerto Internacional José Martí ha dado un paso audaz hacia la «innovación» al anunciar la venta de abanicos de cartón como medida temporal para contrarrestar los continuos fallos en el sistema de aire acondicionado.

Según las autoridades aeroportuarias, esta alternativa, que combina «creatividad cubana y pragmatismo revolucionario», pretende mejorar la experiencia de los pasajeros mientras esperan en las terminales bajo el calor sofocante de La Habana.

Los abanicos estarán a la venta por un precio de 10 MLC y vendrán decorados con motivos nacionales, como imágenes de la bandera cubana, el Che Guevara y hasta una edición limitada con el rostro de Camilo Cienfuegos.

«Cada abanico es una oportunidad para que los viajeros recuerden que en Cuba siempre encontramos una solución, aunque sea de cartón», expresó un funcionario del aeropuerto, sonriente y con uno de los abanicos en la mano.

Estrategia patriótica y ecoamigable

El Ministerio de Transporte calificó la iniciativa como un ejemplo de «resiliencia» y subrayó que la medida no solo combate el calor, sino que además es respetuosa con el medio ambiente.

«Los abanicos de cartón no consumen electricidad, lo que los hace más sostenibles que cualquier sistema de refrigeración», afirmó un portavoz del ministerio, mientras destacaba que en tiempos de crisis energética, «todo cubano debe contribuir al ahorro nacional».

Además, se aclaró que el precio de 10 MLC está justificado por el «valor añadido» de las impresiones patrióticas, que, según el comunicado, «fomentan el espíritu revolucionario».

Las autoridades también destacaron que los pasajeros pueden personalizar sus abanicos a cambio de un pequeño recargo, eligiendo entre frases célebres de Fidel y Raúl.

Reacciones de los pasajeros y futuras innovaciones

Algunos pasajeros han recibido la noticia con resignación, mientras que otros lo ven como una broma de mal gusto.

«Esto es surrealista», comentó un turista canadiense que se abanicaba torpemente con el documento de embarque, mientras esperaba su vuelo retrasado por problemas técnicos.

Por su parte, un viajero cubano declaró que preferiría «uno de esos abanicos que se vendían en los años 80», pero agregó con resignación: «al menos estos son más baratos que una botella de agua».

La administración del aeropuerto también adelantó que se están considerando otras innovaciones en caso de que los problemas de aire acondicionado persistan.

Entre las propuestas más destacadas se encuentran la entrega de sombreros de yarey para los viajeros en vuelos nacionales y la creación de «zonas de sombra revolucionaria» en las terminales, donde los pasajeros podrán descansar bajo imágenes gigantes de líderes históricos.

Una oferta limitada y un futuro incierto

A pesar del entusiasmo de las autoridades por esta «solución tropical», se rumorea que la producción de abanicos podría verse afectada por la escasez de papel en la isla.

«Estamos haciendo lo mejor que podemos con los recursos que tenemos», señaló un funcionario de la fábrica encargada de producir los abanicos, quien admitió que parte de los materiales provienen de antiguos periódicos no distribuidos. Sin embargo, aseguró que las ediciones con imágenes del Che «nunca se agotarán».

Mientras tanto, el futuro de los sistemas de aire acondicionado sigue siendo incierto, pero al menos los viajeros podrán llevarse un souvenir único de su paso por La Habana: un abanico de cartón que resume la creatividad, la resistencia y la improvisación que caracteriza a Cuba en cada rincón.

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