En plena reunión del Consejo de Defensa Provincial en Santiago de Cuba, la presidenta Beatriz Johnson Urrutia fue vista en un profundo sueño, aparentemente arrullada por el largo monólogo del gobernador provincial.
Al despertar, la Johnson justificó su cabeceo aludiendo a los interminables apagones que afectan su descanso nocturno.
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“Después de tres noches sin corriente, no hay resistencia que aguante”, explicó entre bostezos.
“Duerme como el pueblo”
La escena no pasó desapercibida para los presentes, quienes observaron cómo, entre papeles y gráficos, Johnson cabeceaba lentamente hasta caer en un reposo profundo, recordando a todos el sacrificio de los funcionarios que “sufren” los mismos males que el pueblo.
Uno de sus colegas comentó con humor: “Por fin tenemos un dirigente que descansa como el cubano promedio”.
Un descanso revolucionario
Al ser interrogada sobre la “incidencia” en la reunión, Johnson aseguró que, aunque breve, su siesta fue suficiente para retomar energías y seguir “luchando” en nombre del pueblo.
En tono jocoso, expresó: “Así como el pueblo duerme en las paradas de ómnibus esperando el transporte, los dirigentes también debemos adaptarnos y dormir donde nos toque”.
Opiniones de los santiagueros
Fuentes diversas en Santiago de Cuba no tardaron en reaccionar.
Un residente ironizó: “Si yo también tuviera un sueldo de dirigente, dormiría como ella en plena reunión”.
Otro comentó: “Ahora sí estamos viendo que sienten nuestra realidad… hasta duermen con el sacrificio del pueblo en sus pensamientos”.
Reivindicación: Una siesta bien ganada
Al cierre del evento, Johnson concluyó que esta pausa la reconectó con la realidad cubana y prometió, entre risas y ojos cansados, “luchar” para que al menos los apagones incluyan pausas estratégicas “que permitan un sueño digno” para todos los revolucionarios que trabajan día y noche por el futuro de Cuba.