En un sorprendente giro de los acontecimientos, una humilde bodeguera cubana ha sido catapultada al cargo de Ministra de Comercio Interior tras demostrar una habilidad sin igual para despachar arroz grano a grano «a ojo de buen cubero».
Su precisión es tal que los clientes quedaron asombrados al recibir siempre la exacta cantidad que pedían, sin necesidad de una balanza, solo confiando en su prodigiosa capacidad visual.
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La historia llegó rápidamente a oídos de las más altas esferas del poder cubano, y no tardaron en llegar los elogios. Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, destacó su «ejemplo de eficiencia revolucionaria».
Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional, la calificó como «un símbolo de la exactitud que necesita el país».
Roberto Morales Ojeda y Inés María Chapman, altos funcionarios del gobierno, también se mostraron impresionados por el rigor con el que la bodeguera lograba despachar el arroz sin desperdiciar ni un grano.
Este talento fuera de lo común hizo que la actual ministra de Comercio Interior, Betsy Velázquez, fuera sustituida de inmediato, ya que, según fuentes internas, “ninguna tecnología puede competir con la habilidad innata de la nueva ministra”.
Con su designación, las autoridades esperan que logre revolucionar el sistema de distribución de alimentos en Cuba, garantizando la entrega exacta de productos racionados en todo el país, algo que, en los tiempos que corren, parece más mágico que real.
Por ahora, la nueva ministra sigue con su faena en la bodega, afinando su técnica grano a grano, mientras el país entero espera que su increíble habilidad logre poner en orden un sistema que, hasta ahora, parecía imposible de controlar.