Camilito descubre que el café viene de una planta

En un episodio que ha generado tanto risas como reflexiones sobre la desconexión de las nuevas generaciones cubanas con su entorno, un estudiante de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos fue el centro de atención cuando confesó que desconocía el origen del café y quedó asombrado al saber que proviene de una planta.

Este hecho tuvo lugar durante una actividad educativa organizada por la institución, que incluyó una visita a una finca cafetalera en el oriente del país.

Según relatan algunos presentes, el joven, tras observar un cafeto cargado de granos rojos, exclamó con incredulidad:

“¿El café sale de eso? Yo pensaba que lo hacían en una fábrica, como los refrescos”.

La confesión causó una mezcla de risa y sorpresa entre los campesinos, quienes intentaron explicarle el proceso desde la cosecha hasta el colado.

Este episodio evidencia el impacto de años de crisis económica y la falta de acceso a productos básicos en Cuba, donde el café auténtico se ha convertido en un lujo.

En las bodegas estatales, el café vendido está mezclado con chícharos, mientras que el verdadero café cubano de calidad es exportado casi en su totalidad. Por ello, las generaciones más jóvenes han crecido ajenas al aroma y sabor del café genuino.

Muchos de los compañeros del estudiante compartieron su desconcierto, ya que algunos pensaban que el café venía en polvo directamente “de algún país lejano” o incluso que era un invento de laboratorio.

Otros, más bromistas, dijeron que no les sorprendía que no supieran nada, pues en la escuela les sirven un “agua negra” que llaman café, pero que no tiene ni rastro de lo que vieron en la finca.

El absurdo de lo cotidiano

Este incidente ha reabierto debates sobre el acceso a la educación práctica en Cuba, especialmente sobre cómo la desconexión entre la teoría y la vida cotidiana está afectando a las nuevas generaciones.

“Si no pueden ni probar un café de verdad, mucho menos van a entender de dónde viene”, expresó un profesor que prefirió no revelar su nombre.

En redes sociales, las burlas no se hicieron esperar.

“Esto es lo que pasa cuando lo único que ven es el chícharo molido en las tiendas. Se están criando como extraterrestres”, comentó un internauta. Otros aprovecharon para criticar la política de exportación del gobierno cubano, que prioriza enviar café de alta calidad al extranjero mientras los cubanos consumen un producto de baja calidad y mal sabor.

¿Café o chícharo?

Mientras el joven estudiante asimilaba la lección botánica, los campesinos le regalaron un puñado de granos para que experimentara el proceso en casa.

“Ahora lo que me preocupa es que ni tenga electricidad para colarlo”, bromeó al final.

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