Captan a Humberto López en el Versailles de Miami

El Versailles, epicentro del exilio cubano, se vio sacudido en la tarde de este domingo cuando el periodista oficialista Humberto López, mejor conocido en los bajos fondos del internet como “Humbrete”, fue sorprendido disfrutando de una media noche y un cortadito.

Al darse cuenta de que los exiliados a su alrededor lo estaban fotografiando, el rostro más célebre del noticiero de la televisión cubana se descontroló, comenzando a lanzar insultos y gritos que terminaron en una especie de performance digno de telenovela.

“¡Ustedes son títeres del imperialismo!”, gritó Humbrete mientras señalaba nervioso la caja registradora del restaurante.

Los comensales, en su mayoría abuelos cubanos con boinas de “Patria y Vida”, no daban crédito a la escena, aunque algunos se rieron a carcajadas al ver que el mismísimo portavoz del noticiero cubano estaba sudando más que en un apagón en pleno agosto habanero.

¿Le llegó el parole?

Rumores no oficiales comenzaron a circular casi de inmediato. Algunas fuentes aseguran que Humbrete habría recibido el parole, ese bendito papelito que da acceso a tierras de libertad.

“Mira, eso no me sorprende, a los del gobieno cubano siempre les toca lo mejor. Primero lo vi en El Paquete y ahora en el Versailles, ¡qué descarado!”, comentó Yusniel Portales, un residente de Miami con más posts en redes sociales que followers.

Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no ha confirmado ni desmentido estas acusaciones.

¿Provocación o simple antojo de croquetas?

El hecho de que Humbrete haya sido captado en el corazón del exilio cubano, y en pleno Versailles, fue visto por muchos como una provocación descarada.

“Eso es como si yo me voy a hacer fila pa’ comprar plátano en el agro de 19 y 42,” exclamó María Luisa, una ferviente cubana exiliada que aún tiene fotos de Celia Cruz en la sala de su casa. “¿Qué hace aquí? ¿Está buscando asilo o quiere meter la pin…?”.

Sin embargo, otros señalan que tal vez solo estaba siguiendo los pasos de cualquier cubano que llega a Miami: hacer una parada obligatoria en el Versailles para tomar cafecito y “hablar mal de Cuba”.

“Cree que disfrazado de turista la gente va a olvidarse de quién es,” opinó un miembro del exilio que pidió no ser identificado.

La reacción de la comunidad cubana

Las redes sociales estallaron con teorías conspirativas sobre el motivo real de su visita. ¿Habrá venido Humbrete a reclutar exiliados para la UJC de Miami? ¿O simplemente quería un bocadito de croqueta de jamón sin tener que hacer la cola del Coppelia?

Las respuestas quedan en el aire, pero una cosa es cierta: la imagen de Humbrete en Miami ha dejado a más de uno rascándose la cabeza.

El exilio cubano aún espera que el propio Humberto aclare lo sucedido, aunque, por lo visto, su grito de guerra quedó claro: “¡Con pastelitos y croquetas, venceremos!”

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