Los apagones permiten reflexionar y admirar los logros de la Revolución, invisibles bajo la luz eléctrica.
Mientras Cuba continúa sumida en apagones masivos, los ciudadanos han descubierto una inesperada ventaja: la posibilidad de reflexionar profundamente sobre los logros de la Revolución que la electricidad, con sus múltiples distracciones, antes impedía apreciar.
Sin acceso a la televisión, internet o incluso a la cocina eléctrica, el pueblo cubano ha tenido tiempo de sentarse bajo las estrellas y recordar los avances más significativos de los últimos 60 años.
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Logro #1: Educación gratuita… a la luz de las velas y el que tenga
En la penumbra de una noche habanera, con las calles a oscuras y sin televisión para distraerse, un grupo de vecinos empezó a conversar sobre uno de los logros más pregonados por el gobierno cubano: la educación gratuita.
Entre chistes sobre la falta de materiales en las escuelas y el deterioro de los pupitres, uno de los presentes, Juana, madre de dos niños, expresó orgullosa: “Al menos mis hijos pueden leer, aunque sea a la luz de una vela”.
La ausencia de electricidad ha obligado a muchas familias a redescubrir los métodos de enseñanza tradicionales: el uso del diccionario de papel, las lecturas en voz alta y, por supuesto, la paciencia para resolver problemas matemáticos sin calculadora.
“La Revolución nos preparó para esto”, señaló una maestra jubilada del grupo. “Nos enseñó que no necesitamos tecnologías modernas para educarnos. Los apagones son solo un recordatorio de que el conocimiento no se apaga con la luz”.
Y así, entre apagones, los niños cubanos siguen adelante, demostrando que la educación a la luz de una vela es tan efectiva como cualquier tecnología de Silicon Valley.
Logro #2: Innovación culinaria sin corriente
Los apagones también han sacado a relucir otro logro poco valorado: la innovación culinaria cubana.
Sin electricidad para cocinar, refrigerar alimentos o incluso usar el microondas, el pueblo ha desarrollado un ingenio sin igual en la cocina.
“Con los apagones, no nos queda otra que volver a lo básico”, dijo un vecino mientras encendía su fogón de carbón para preparar un congrí. “¿Quién necesita un horno eléctrico cuando tienes un caldero y leña? Esto es lo que llamamos resistencia gastronómica”.
Los apagones han devuelto la popularidad a métodos olvidados de cocción.
Muchos han redescubierto las recetas de antaño, que no requieren de ningún aparato moderno.
“Aquí es donde se prueba la verdadera inventiva revolucionaria”, comentaba entre risas otro cubano mientras improvisaba un “potaje sorpresa” con lo que quedaba en su despensa sin refrigerar.
Logro #3: Sistema de salud resiliente, a pesar de todo
El sistema de salud cubano, a pesar de sus dificultades y escasez, es otro de los logros que muchos resaltan.
“Nos quedamos sin corriente, sí, pero nuestros médicos siguen operando. ¡Eso es compromiso!”, afirmó un dirigente en un hospital de provincia, mientras alumbraba con una linterna las manos de un cirujano en plena intervención.
Los cubanos están convencidos de que si el sistema sanitario ha sobrevivido a tantas crisis, lo de los apagones es solo una prueba más de su fortaleza.
“Si te operan en Cuba durante un apagón y sales bien, es porque eres fuerte, revolucionario y resistente”, bromeó un paciente mientras esperaba ser atendido en la sala de urgencias, rodeado de mosquitos y oscuridad.
Logro #4: Unidad bajo las estrellas
En ausencia de luz eléctrica, las familias cubanas han redescubierto una antigua tradición: conversar entre vecinos.
Las noches sin electricidad se convierten en tertulias improvisadas donde, en lugar de ver la telenovela o el noticiero, se comparten historias, se juega dominó y se intercambian experiencias.
Sin internet ni televisión, la unidad revolucionaria se vive de forma palpable.
“ Aquí estamos, como en los tiempos de antes, cuando no había luz ni redes sociales. ¿Quién dijo que eso no es un logro de la Revolución?”, dijo un vecino mientras prendía otro cigarro en la oscuridad.