La llegada del agua embotellada a Caibarién sorprende a los cubanos, quienes exclaman: “No sabe a cloro”. Un cambio inesperado en medio de la crisis de agua potable.
Un grupo de cubanos tuvo la oportunidad de probar agua embotellada por primera vez y la reacción no se hizo esperar.
MÁS NOTICIAS
“No sabe a cloro”, afirmó desconcertado Ernesto Pérez, quien admitió haber estado acostumbrado al característico “sabor a piscina pública” del agua de la isla.
La sorpresa vino en medio de una crisis de abastecimiento de agua potable en Caibarién, Villa Clara, donde las tuberías locales dejaron de bombear hace semanas.
Ante la emergencia, el gobierno decidió intervenir con una solución: vender botellas de agua… pero de manera racionada, claro está.
“Se garantiza una botella por núcleo familiar cada dos semanas”, explicó un funcionario del gobierno local, con una calma solo superada por la sed que padecen los residentes del municipio.
La llegada del agua embotellada no estuvo exenta de sorpresas.
Los habitantes que lograron conseguir su ración, después de horas de cola, expresaron su desconcierto al notar la diferencia de sabor.
“Le falta ese regusto a óxido y cloro que siempre acompaña nuestras comidas”, comentó Marta González mientras intentaba disolver la duda en su vaso. “Así no sabe a Revolución”, agregó.
El gobierno, consciente de las quejas, ya estudia cómo ajustar la fórmula del agua embotellada para replicar el auténtico “toque criollo”.
Los rumores apuntan a que la empresa estatal de aguas está buscando cómo introducir una nueva línea de agua embotellada premium con “sabor a tubería vieja” para mantener el sello de la isla.
Por otro lado, las autoridades recordaron que el consumo de esta agua debe hacerse con moderación.
“Hay que cuidarla, es muy probable que esta sea la última remesa de botellas que recibamos en mucho tiempo”, declaró un funcionario, quien, en voz baja, confirmó que el próximo envío de agua embotellada podría estar condicionado a la producción de azúcar, que se encuentra en crisis desde hace tres décadas.
Un comentario en “Cubanos tras probar agua embotellada: “No sabe a cloro””