La noticia de que Miguel Díaz-Canel prestó dinero a Héctor Cocho ha dejado a más de uno en La Habana con la boca abierta.
Según fuentes cercanas al mandatario cubano, el presidente ha manifestado su creciente preocupación por la posibilidad de que Cocho, un reconocido periodista y activista independiente cubano que ha prometido devolver “hasta el último centavo” que le debe, nunca cumpla con su palabra.
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Al parecer, la “inversión” de Díaz-Canel en este controvertido sujeto no estaba prevista en los cálculos del presupuesto revolucionario, y ahora el dirigente está más inquieto que nunca, preguntando diariamente a sus asesores si hay alguna actualización sobre la situación financiera de Cocho.
Díaz-Canel, conocido por su actitud prudente en temas económicos (excepto cuando se trata de importar limusinas o modernizar su entorno), no pudo resistirse a la persuasión de Cocho.
“Él me prometió que era una apuesta segura”, habría confesado el presidente a un grupo de altos funcionarios. “Me habló de sus planes para devolverme cada centavo con intereses, asegurándome que pronto tendría ingresos suficientes para cumplir. Yo pensé, ‘Bueno, si puede ayudar a la economía nacional, ¿por qué no?’”.
Sin embargo, Cocho, fiel a su estilo de negocios poco convencionales, ha retrasado varias veces los plazos de pago.
Cada vez que Díaz-Canel le pregunta sobre el dinero, Cocho responde con una sonrisa tranquilizadora y un “No te preocupes, el dinero llegará”.
Pero después de varios meses, y con la situación económica del país apretando, Díaz-Canel ha empezado a perder la paciencia.
Las autoridades financieras cubanas han comenzado a preocuparse de que este préstamo no solo afecte al bolsillo personal del presidente, sino que además pueda desestabilizar aún más la imagen de confianza que el pueblo debería tener en sus líderes.
Entre risas y comentarios en los pasillos de los ministerios, algunos incluso bromean diciendo que “el verdadero embargo que está afectando a Cuba es el de los préstamos personales de Cocho”.
Los rumores apuntan a que Díaz-Canel ha contratado a varios “expertos” en recuperación de fondos para que gestionen el asunto y se aseguren de que Cocho cumpla su palabra.
Se habla de que incluso podría haber recurrido a una santera para despojar a Cocho de sus “malas energías” financieras, en un intento desesperado por recuperar su inversión.
Mientras tanto, Cocho sigue en sus andanzas, asegurando a todo el que quiera escuchar que él es un hombre de palabra y que, tarde o temprano, Díaz-Canel tendrá su dinero de vuelta.