Un error del presidente provoca el caos nacional.
La tarde del miércoles, en medio de la emergencia generada por el paso del ciclón Rafael, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel intentó ponerse en contacto con las provincias afectadas para coordinar las labores de recuperación.
Sin embargo, en un giro inesperado, el mandatario descolgó un teléfono equivocado y, en lugar de comunicarse con las autoridades locales, se encontró hablando con los operadores de la Unión Eléctrica. Lo que siguió fue una confusión a nivel nacional.
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Un mensaje interpretado como orden
Fuentes no oficiales han revelado que Díaz-Canel, al no notar el error, comenzó a dar instrucciones específicas sobre “desconectar temporalmente ciertas áreas para asegurar la seguridad de la población”.
Los empleados de la Unión Eléctrica, acostumbrados a recibir mensajes ambiguos, interpretaron las palabras como una orden directa de desconectar el servicio eléctrico en todo el país.
En cuestión de minutos, las ciudades empezaron a quedarse sin luz, generando un apagón en cadena que afectó incluso a provincias no impactadas por el ciclón Rafael.
“En la Unión Eléctrica estamos acostumbrados a instrucciones confusas, pero cuando el presidente llama, uno asume que es un mensaje urgente.
Desconectamos de inmediato, como medida patriótica, sin dudarlo”, explicó un trabajador bajo condición de anonimato. “Aquí, cuando el jefe manda, uno no cuestiona, sino que obedece”.
Respuesta de los funcionarios
Horas después del apagón, la confusión creció aún más cuando otros funcionarios intentaron entender por qué las áreas no afectadas por el ciclón estaban sin electricidad.
Se inició una serie de llamadas entre ministerios, hasta que finalmente alguien se dio cuenta de la confusión.
“Todo fue un malentendido”, explicó Jorge Luis Perdomo, vice primer ministro. “Díaz-Canel realmente solo quería hablar con los responsables provinciales, pero la comunicación se enredó. Esto es una muestra de nuestra sincronización, aunque en este caso fue, digamos, un poco extrema”.
La reacción popular
El apagón masivo ha provocado una ola de humor y escepticismo en la población, con los cubanos haciendo chistes sobre el “poder de desconexión” del presidente y su “eficiencia comunicativa”.
En las redes sociales, los usuarios comentaron con sarcasmo:
• “Díaz-Canel tiene tanta energía que basta una llamada suya para apagar toda la isla”, escribió un usuario de X.
• “Bueno, al menos ya sabemos cómo arreglan los problemas en Cuba: con más apagones”, comentó otro.
• “Al paso que vamos, si vuelve a llamar, no queda ni una linterna funcionando”, dijo una residente de La Habana en tono burlón.
Un comunicado oficial sin respuestas claras
Ante el revuelo, el gobierno emitió un comunicado en el que aclaraba que “la situación se debió a un error de coordinación de alto nivel” y que ya estaban “tomando medidas para evitar futuras confusiones”.
Sin embargo, no se ofrecieron detalles de cómo planean garantizar que el presidente llame al número correcto en la próxima ocasión.
Aun así, la situación ha generado debate sobre las condiciones de comunicación en las altas esferas del gobierno.
Algunos funcionarios han sugerido la posibilidad de asignarle a Díaz-Canel un teléfono con etiquetas claras, mientras que otros opinan que la solución pasa por una “capacitación intensiva en el uso de dispositivos de comunicación”.
Lecciones del incidente
El incidente ha servido como una lección de la importancia de la comunicación en tiempos de emergencia.
Un miembro de la Asamblea Nacional comentó de manera irónica: “No importa si el ciclón pasa o no. Con decisiones como esta, el país se encuentra en un apagón permanente, lo cual también nos ahorra preocupaciones energéticas”.
Al cierre de esta noticia, las autoridades han comenzado a restaurar el servicio eléctrico, aunque muchos cubanos ya han asegurado que prefieren no tener luz hasta que las comunicaciones del presidente vuelvan a estar en manos seguras.