Díaz-Canel sin medicamentos para aliviar “el dolor que le provoca Palestina”

LA HABANA – El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, declaró que sufre un dolor muy intenso por la situación en Palestina y que no tiene los medicamentos necesarios para aliviarlo.

En un emotivo discurso transmitido en cadena nacional, Díaz-Canel afirmó que su empatía y preocupación por el pueblo palestino le han provocado un malestar físico que no puede tratar.

«Cada noticia que llega de Palestina es una punzada en mi corazón», dijo Díaz-Canel mientras se llevaba una mano al pecho. «Lamentablemente, nuestra escasez de medicamentos me impide aliviar este dolor que siento tan profundamente».

La declaración del presidente provocó reacciones mixtas entre los ciudadanos cubanos, muchos de los cuales están acostumbrados a lidiar con la falta de medicamentos y otros recursos básicos.

«Es irónico que hable de su dolor cuando aquí todos sufrimos por la falta de medicinas», comentó Ana Rodríguez, residente de La Habana.

En el mismo discurso, Díaz-Canel anunció que para aliviar su malestar tuvo que acudir a la medicina natural y tradicional.

«El cocimiento es una buena opción», enfatizó, mientras ignoraba las señales de desesperación de su propio pueblo, que clama por medicinas y atención médica adecuada.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar, llenándose de memes y comentarios sarcásticos sobre la situación.

«Díaz-Canel necesita un doctor, pero primero tiene que encontrar uno que no esté en una misión en el extranjero», escribió un usuario de X. Otro agregó: «Quizás si se concentra en el dolor de los cubanos, encontrará un remedio para el suyo».

En un intento de calmar las aguas, el Ministerio de Salud Pública emitió un comunicado en el que afirmaba que están trabajando arduamente para mejorar la distribución de medicamentos en el país y atender las necesidades de todos los ciudadanos, incluyendo las del presidente.

Sin embargo, la escasez sigue siendo un problema crítico que afecta a millones de cubanos diariamente.

Los críticos del gobierno aprovecharon la oportunidad para señalar la desconexión entre las prioridades del liderazgo cubano y las necesidades de su pueblo.

«La empatía por Palestina es admirable, pero primero deberían resolver los problemas en casa», afirmó un analista político.

Mientras tanto, la prensa estatal cubana continúa publicando artículos sobre los logros de los médicos cubanos en el extranjero, sin mencionar las dificultades que enfrentan los ciudadanos dentro del país.

«Seguimos siendo un faro de esperanza para el mundo, aunque ese faro a veces no tenga luz», declaró uno de los columnistas del periódico oficial.

A medida que la situación se desarrolla, los ciudadanos cubanos esperan que las palabras del presidente se traduzcan en acciones concretas para mejorar sus condiciones de vida.

«Esperemos que encuentre una solución para su dolor y, de paso, para el nuestro», dijo María López, una anciana que hace cola desde temprano en la mañana para conseguir sus medicamentos.

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