«El que quiera éxito, que pase primero por el capital», afirmó mientras señalaba la salida

Jorge Hurtado, director de la Escuela Ñico López, reconocida por ser la cuna de formación ideológica del Partido Comunista de Cuba, lanzó una inesperada advertencia a su alumnado: «Si vinieron aquí buscando progreso en el comunismo, ahí está la puerta».

Un discurso desconcertante

Durante una charla dirigida a los estudiantes del nuevo curso de «Liderazgo Revolucionario Avanzado», el director, con un gesto de severidad, señaló la puerta de la salida del aula mientras advertía a los jóvenes sobre las «expectativas irreales» que, según él, algunos traían sobre el futuro del comunismo en Cuba.

«Compañeros, hay que ser realistas», afirmó mientras se ajustaba las gafas. «La Ñico López les va a enseñar muchas cosas: valores, principios y cómo organizar un comité de barrio en menos de 24 horas. Pero si piensan que de aquí van a salir con progreso… ¡jajaja! Por favor, hay cosas que ni el comunismo puede prometer».

Los estudiantes, sorprendidos, intercambiaron miradas entre sí, algunos asumiendo que el discurso era parte de una especie de ejercicio satírico o quizás una prueba de resistencia ideológica.

Sin embargo, el director continuó, esta vez con un tono más serio: «No hay progreso en el comunismo, camaradas. Solo supervivencia. Y esa es la verdadera lección».

«El capital es el puente», afirma el director

Tras dejar en claro que los sueños de riqueza o desarrollo personal quedaban fuera del currículo revolucionario, el director subió la apuesta y añadió: «El que quiera éxito, que pase primero por el capital».

En ese momento, un murmullo recorrió la sala.

«No se asusten, jóvenes. A todos nos llega el momento en que nos damos cuenta de que, para prosperar, hay que entender cómo funciona el enemigo».

Algunos estudiantes no pudieron contener la risa, pensando que todo era una broma magistralmente construida, pero la expresión seria del director no daba lugar a dudas.

«¿Creen que el Comandante nos puso a pasar hambre por gusto? ¡Claro que no! Fue una elección calculada para probar que el progreso comunista no existe sin un poco de capital, aunque sea para comprar medicinas básicas».

Reacciones del alumnado

Mientras el director hablaba, un pequeño grupo de estudiantes comenzó a tomar notas apresuradamente, como si estuvieran descubriendo una verdad oculta en el mismísimo corazón de la revolución.

«Esto debe ser parte del programa de desconstrucción del capitalismo», susurró uno de los jóvenes a su compañero, mientras otro decía: «Estoy confundido, pero siento que estoy aprendiendo más de lo que esperaba».

Sin embargo, no todos tomaron las palabras del director con humor.

Un estudiante, vestido con una camiseta del Che Guevara y gorra del 26 de Julio, se levantó indignado y abandonó el aula, exclamando: «¡Yo no vine aquí para escuchar estos ataques revisionistas contra la revolución!».

El director, sin perder la calma, lo observó salir y le gritó desde lejos: «Ahí está la puerta, camarada, ¡no lo olvides!».

Reacciones del Partido

Las declaraciones del director de la Ñico López rápidamente se convirtieron en tema de debate en redes sociales y en los pasillos del Comité Central del Partido Comunista.

Algunos lo tildaron de traidor, mientras que otros lo defendieron, diciendo que sus palabras reflejaban un «nuevo enfoque revolucionario adaptado a los tiempos modernos».

Un funcionario del Ministerio de Educación, que prefirió mantenerse en el anonimato, comentó: «Quizás el director simplemente esté siendo realista. Después de todo, ¿quién no ha tenido que recurrir a una remesa del exterior alguna vez para sobrevivir?».

El director se defiende

Ante el aluvión de críticas, el director emitió un comunicado en el que intentó aclarar sus palabras.

«Mis comentarios no fueron en contra del comunismo», aseguró. «Simplemente quise destacar que, en el contexto actual, es importante ser pragmático. ¿Quién mejor para entender la dialéctica de la revolución que alguien que ha experimentado de primera mano lo que significa enfrentar un mercado desabastecido?».

A pesar de sus intentos por suavizar el impacto de sus declaraciones, muchos se preguntan si las palabras del director marcan el inicio de una nueva fase de autocrítica dentro de las filas