El “Divo de Placetas” y el “Zar de la Belleza” sorprenden con una reflexión inesperada sobre su apariencia, resaltando que la verdadera belleza no está en el físico, sino en el arte de ser uno mismo.
En una reciente entrevista, Eduardo Antonio y Osmel Sousa dejaron claro que, aunque durante años han sido sinónimos de glamour y elegancia, ahora tienen otra visión de la belleza.
“Ni Eduardo ni yo somos lo que llamarían ‘bellas’, pero, sinceramente, eso no importa”, expresó Osmel, con la franqueza que lo caracteriza, mientras Eduardo asentía con una sonrisa cómplice.
La belleza: cuestión de actitud
Ambos artistas, conocidos por estar siempre rodeados de la élite del espectáculo y de los certámenes de belleza, afirmaron que la belleza física ha sido sobrevalorada.
“Yo me dediqué toda la vida a buscar a la mujer más hermosa del mundo, pero he llegado a entender que la belleza real es la que uno proyecta. Así que sí, no somos bellas, pero tenemos lo que hace falta: actitud”, explicó el “Zar de la Belleza”, quien desde hace años es una figura clave en los concursos de Miss Universo.
El estilo, su arma secreta
Por su parte, Eduardo Antonio, famoso por su estilo exuberante, añadió: “Yo nunca me preocupé por ser bello. Yo soy quien soy, y la gente me sigue por lo que llevo dentro, no por cómo me veo. Además, si hay algo que uno aprende, es que el brillo viene de adentro. Una lentejuela bien puesta es tan poderosa como cualquier cara bonita”.
Un nuevo enfoque para la belleza
Ambos personajes planean seguir rompiendo esquemas.
Mientras Osmel prepara su regreso a la televisión con un nuevo proyecto que promete desmitificar los cánones de belleza, Eduardo sigue deleitando a su público con sus canciones.
“El espejo puede decir una cosa, pero la gente que te ama ve más allá. Esa es la magia”, concluyó el Divo de Placetas, dejando claro que la belleza, para ellos, es una cuestión de alma.