En el MINREX no saben barrer y utilizan un haragán para apilar las hojas caídas que dejó el ciclón Rafael

En medio de los esfuerzos de recuperación tras el paso del ciclón Rafael, un curioso episodio en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) ha causado revuelo entre los trabajadores y, como era de esperar, en redes sociales.

Tras la devastación que dejó el ciclón en algunas áreas del país, las autoridades del MINREX se propusieron dar el ejemplo y “sumarse” a las labores de limpieza. Sin embargo, lo que debía ser un acto de compromiso cívico terminó siendo una muestra de improvisación y desconocimiento del trabajo manual, algo que difícilmente pasa desapercibido entre la población.

A la vista de todos, varios funcionarios del MINREX, acostumbrados a largas reuniones, protocolos diplomáticos y comunicados de condena al “imperialismo”, fueron enviados al jardín de la institución para limpiar las hojas y ramas caídas por los fuertes vientos.

Los funcionarios se armaron de un haragán y escobas para intentar juntar el follaje, con resultados, como era de esperarse, más que cuestionables.

Cuando el protocolo supera a la práctica

Uno de los diplomáticos, visiblemente incómodo y torpe en su manejo del haragán, explicó en una breve declaración a la prensa oficial que “no había recibido formación previa en labores de limpieza, pero estaba dispuesto a aprender por el bien de la Revolución”.

Este gesto fue destacado por los medios estatales como un ejemplo de compromiso y sacrificio en tiempos de necesidad.

Sin embargo, el esfuerzo fue en vano: los trabajadores apenas lograron mover las hojas un par de metros antes de que el viento las desparramara nuevamente por toda la acera.

Para su sorpresa, un grupo de cubanos observaba la escena desde las inmediaciones del MINREX y no tardó en señalarles el método adecuado para barrer, aunque las sugerencias cayeron en oídos sordos.

“La Revolución nos ha enseñado que el trabajo es esfuerzo, y aquí estamos aplicando esos valores”, añadió otro diplomático, sudando mientras insistía en apilar las hojas con el haragán.

“Se demuestra que en el MINREX todos somos útiles en algo”

En un intento de justificar el peculiar método de limpieza, un portavoz del MINREX emitió un comunicado afirmando que el uso del haragán en lugar de escobas “es una muestra de cómo en Cuba estamos dispuestos a innovar ante cualquier circunstancia, incluso las más imprevistas”.

Según el comunicado, el uso del haragán fue una elección consciente, motivada por la escasez de escobas en la institución debido al “bloqueo económico”, pero que ellos están dispuestos a transformar en un símbolo de la capacidad de adaptación del pueblo cubano.

Además, se anunció que el MINREX solicitará capacitación adicional para sus trabajadores en el uso de herramientas de limpieza y jardinería, buscando con ello evitar futuros “malentendidos” y garantizar una respuesta más eficiente a las labores de recuperación.

A su vez, se comunicó que se realizarán jornadas periódicas en las que los diplomáticos se integrarán a tareas de limpieza como una forma de fortalecer el vínculo entre la diplomacia y el pueblo.

Reacciones en redes sociales

La escena fue ampliamente comentada en redes sociales, donde muchos usuarios compartieron imágenes y videos del inusual espectáculo. Comentarios como

“Ni saben barrer, pero están dispuestos a limpiar el mundo” o “¿Será este el nuevo protocolo de limpieza antiimperialista?” se multiplicaron en Facebook y X, donde el sarcasmo cubano una vez más hizo gala de su creatividad.

Algunos usuarios también señalaron la ironía de que mientras el MINREX utiliza haraganes para barrer hojas, el pueblo cubano se las ingenia a diario para resolver las carencias más básicas.

“Al menos ahora sabemos que en el MINREX están dispuestos a hacer el ridículo por la patria”, comentó otro usuario en tono jocoso.

Aunque para muchos cubanos el episodio no deja de ser un motivo de burla, para el MINREX se trató de un acto de compromiso revolucionario y una muestra más de la voluntad de sus funcionarios por trabajar codo a codo con el pueblo… incluso si todavía no saben cómo usar una escoba.

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