Encuentran un cubano viviendo en tuberías que abastecen agua a La Habana

Cubano en el interior de la tubería

Un hombre se convierte en noticia en La Habana al ser hallado viviendo en una tubería de agua. Su historia refleja la creatividad ante la escasez de recursos.

Las autoridades de La Habana encontraron a un hombre que, según confesó entre risas y resignación, llevaba meses viviendo dentro de una de las principales tuberías que abastecen de agua a la ciudad.

El insólito hallazgo tuvo lugar durante una revisión de rutina en la tubería de Palatino, uno de los conductos más antiguos y venerables del sistema hidráulico cubano, que ha sobrevivido a décadas de descuido.

«Es más cómodo que mi solar en Centro Habana»

El protagonista de esta historia, identificado como Rafael «El Goteo» Suárez, de 35 años y residente de Centro Habana, fue descubierto en el interior del enorme conducto de agua potable.

En declaraciones exclusivas, Rafael explicó que había decidido mudarse a la tubería después de meses de no recibir agua en su hogar.

«Al principio venía solo para llenar unos cubos, pero después me di cuenta de que aquí el agua llega más rápido que a mi casa. Así que decidí quedarme», contó, con una sonrisa de picardía que desarmó a los asombrados técnicos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).

El ingenio de Rafael no dejó de sorprender a los inspectores. Con un colchón viejo, algunas latas de sardinas, y una antena improvisada, había logrado convertir un segmento de la tubería en una «suite subterránea» con todas las comodidades posibles, al menos según los estándares actuales de la isla.

Una vida subterránea… y bien hidratada

«Aquí tengo lo esencial: agua directa, aire fresco (más o menos), y no tengo que pagar alquiler», explicó, mientras señalaba un rincón donde había instalado un pequeño televisor alimentado con una batería de auto. «Además, cuando hay algún corte en la ciudad, yo me entero primero», dijo entre risas.

Según Rafael, su vida dentro de la tubería le permitía escapar del bullicio de la ciudad y, curiosamente, estar más conectado con el suministro de agua que miles de habaneros que dependen de camiones cisterna.

«A veces salgo para respirar aire fresco, pero la verdad es que estoy bastante cómodo aquí abajo. Y si el agua escasea, yo soy el primero en saberlo. Es una ventaja que ni los vecinos más ‘pegados’ tienen», comentó, visiblemente orgulloso de su estratégica ubicación.

Reacción de las autoridades: «Es un caso excepcional»

El descubrimiento de Rafael puso a las autoridades cubanas en un aprieto, aunque han tratado de manejar la situación con diplomacia.

Un portavoz del INRH declaró: «Es la primera vez que encontramos a alguien viviendo en una de nuestras tuberías principales. Evidentemente, no es una situación ideal, pero entendemos que el ciudadano buscaba alternativas ante las dificultades del suministro de agua en su zona. Estamos tomando medidas para evitar que esto se repita, aunque su creatividad es notable.»

Por su parte, el Gobierno local prometió investigar las causas del prolongado desabastecimiento de agua en la zona de Rafael y acelerar los trabajos de mantenimiento.

Sin embargo, algunos escépticos en redes sociales no tardaron en bromear: «¿Para qué arreglar las tuberías si podemos mudarnos todos ahí?»

Rafael, un pionero del «subterráneo» cubano

Cuando se le preguntó si planeaba regresar a la superficie o si prefería continuar su vida subterránea, Rafael fue tajante: «Lo estoy pensando. Arriba hay más problemas que soluciones, y aquí abajo, aunque no lo crean, estoy mejor que muchos». Con un guiño y una risa, agregó: «Y si un día se seca la tubería… bueno, siempre puedo mudarme a la que pasa por el Vedado, que allí seguro nunca falta el agua.»

El futuro de Rafael «El Goteo» Suárez aún es incierto, pero lo que es seguro es que su historia ha puesto de manifiesto, una vez más, la capacidad de los cubanos para adaptarse a cualquier circunstancia, por muy surrealista que sea.

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