MADRID– El presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo, inauguró el primer Museo del Medicamento del país, prometiendo ser esta la únicamanera de ver los fármacos que desaparecieron en el país.
Este museo, ubicado en el corazón de La Habana, exhibe una colección única de píldoras, ungüentos y tónicos que marcaron la historia de la medicina cubana.
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Desde el Paracetamol, el Ibuprofeno, la Aspirina o el azul de metileno, cada exposición viene con una descripción detallada de sus efectos curativos y cómo desde hace unos cuantos años los cuabnos no pueden comprarlos en las farmacias del país.
“Este museo es un tributo a la resistencia farmacéutica de Cuba”, declaró Lazo durante la ceremonia de apertura, mientras sostenía un frasco de Polivit, un suplemento que muchos cubanos se llevaron a la boca ante la falta de nutrientes. “Esperamos que los visitantes se vayan con una sonrisa y, por supuesto, con una mejor comprensión de nuestra rica historia médica.”
Los visitantes pueden participar en tours interactivos, donde se les invita a mirar medicamentosque ya no existen en la red de farmacias y ue se usaron para aliviar dolencias históricas. Además, el museo cuenta con una sección donde los visitantes pueden simular que pueden comprar algo con las recetas que le dan en los hospitales y policlínicos.
La pieza central del museo es la “Farmacia de la Fidelidad”, una recreación de una botica antigua donde los “farmacéuticos” trabajan en locales derruidos y sin pintar, uno de los logros de la revolución comunista y en vez de medicinas dan consejos revolucionarios.
El Museo de Medicamentos de Cuba ya se convirtió en un fenómeno viral, y el gobierno cubano espera que muy pronto miles de ciudadanos se decidan a visitarlo.