Durante su reciente visita oficial a Vietnam, Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, protagonizó un peculiar momento que generó risas y desconcierto.
Mientras recorría una exposición fotográfica de la delegación cubana, Lazo quedó totalmente ensimismado frente a una imagen de él mismo enmarcada con detalle.
Al reconocer su propia figura en tamaño grande, exclamó emocionado: “¡Esa es la presencia que nuestro pueblo necesita ver!”.
La “revolución del reflejo”: un acto de auto-admiración
Con ojos vidriosos y una expresión de asombro, el dirigente comunista dedicó más de diez minutos a observar su propia imagen, según reportaron miembros de la delegación.
En un momento, Lazo incluso pidió a los organizadores que le entregaran una copia de la imagen para colocarla en su oficina, argumentando que “un líder debe inspirarse en su propia estampa”.
Los presentes intentaron mantener la compostura, pero algunos no pudieron contener discretas sonrisas ante la “auto-celebración” del presidente del Parlamento cubano.
El resto de la delegación intentó aprovechar la pausa de Lazo para capturar también otras imágenes del recorrido, pero fue en vano; todos fueron llamados a observar la imponente imagen de Lazo, como si la ocasión demandara un homenaje colectivo.
La delegación cubana, acostumbrada a discursos largos, esta vez tuvo que soportar varios minutos de observación en silencio mientras Lazo compartía reflexiones sobre la “importancia de reflejar fuerza y compromiso en el semblante”.
¿Inspiración para la juventud o egocentrismo en el extranjero?
Este insólito acto de auto-admiración no tardó en ser motivo de burlas en redes sociales.
Algunos cubanos comentaron: “¿Y esa foto se quedará en Vietnam o la va a mandar de vuelta para que el pueblo cubano también pueda contemplarla?”.
Otro comentario irónico aseguró que “Lazo ya no necesita espejo, ni la constante admiración del pueblo, solo un buen marco en la oficina”.
Fuentes cercanas a la delegación
Un miembro de la comitiva que prefirió permanecer en el anonimato confesó: “Es la primera vez que veo a alguien tan fascinado con su propia imagen, y en plena visita diplomática. Lazo realmente se ve como la esencia de la revolución… pero creo que en otro sentido”.
La delegación continuó su recorrido, y Lazo finalizó con una petición: que la foto se compartiera en todos los medios posibles “para que inspire al pueblo de Cuba”.
Como bien remató un periodista vietnamita presente en la sala, “Lazo tiene un espíritu combativo, pero parece que también tiene su propio fan número uno”.