Exespía cubano Gerardo Hernández se estrena como chatarrero

Gerardo Hernández

De espía a chatarrero, Gerardo Hernández inicia una nueva etapa. Con humor y determinación, busca rescatar el valor de lo que otros desechan.

En un inesperado giro de su ya polifacética carrera, Gerardo Hernández, el famoso exespía cubano y actual coordinador nacional de los CDR, ha decidido incursionar en el mundo de la chatarra.

En una rueda de prensa improvisada frente a un destartalado camión de recogida de metales en un solar yermo de La Lisa, Hernández aseguró que su nueva misión es «recoger el futuro del país, una lata a la vez.»

De Héroe de la Patria a Héroe del reciclaje cubano

«Después de tantos años luchando contra el imperialismo, he comprendido que el verdadero enemigo está aquí, en nuestros basureros», declaró mientras sostenía orgulloso una rueda oxidada que, según él, «algún día fue parte de una bicicleta revolucionaria».

Rodeado de curiosos vecinos que lo aplaudían más por el espectáculo que por sus palabras, Gerardo añadió: «El mundo del reciclaje es igual que el espionaje: tienes que ser rápido, ingenioso y saber cómo sacar provecho de lo que otros consideran basura».

Nuevas herramientas de combate: del walkie-talkie al imán de chatarra

Hernández, quien en su tiempo como espía manejaba tecnología avanzada, ahora se enfrenta a un desafío completamente distinto: aprender a manejar un vehículo para recoger la basura.

«Es increíble lo que encuentras en un basurero, desde viejas partes de refrigeradores soviéticos hasta piezas de carros Moskvitch. Todo tiene valor para el reciclaje revolucionario», comentó emocionado.

Durante la demostración de sus nuevas habilidades, el exespía atrapó accidentalmente los lentes de un funcionario del Partido, provocando risas entre los presentes y aplausos irónicos.

«Esto es solo una muestra de que la revolución nunca deja de sorprender», dijo, mientras devolvía las gafas.

Nuevos enemigos en Cuba, nuevas batallas

Si antes sus enemigos eran las agencias de inteligencia extranjeras, ahora Gerardo asegura que se enfrenta a un enemigo más complejo: «El ciudadano cubano promedio y su falta de conciencia para reciclar».

Según sus palabras, la misión actual del CDR no solo es velar por la seguridad del barrio, sino también por su limpieza.

«Es inconcebible que haya quien aún tire latas de refresco sin pensar en el valor de ese aluminio para la economía cubana», afirmó con seriedad, aunque se le escapó una sonrisa cuando un niño del barrio le lanzó una lata vacía a los pies, como gesto de ayuda.

Próximo paso: líder de chatarreros revolucionarios

La incursión de Gerardo Hernández en el mundo de la chatarra ha sido recibida con sorpresa y desconcierto, aunque algunos aseguran que se trata de una “jugada maestra”.

El próximo objetivo del exespía será organizar un equipo de élite de recogedores de chatarra revolucionarios, que trabajarán en conjunto con el MININT para garantizar que todo material reciclable sea recuperado «para la Patria».

El proyecto ya ha sido bautizado como «Misión Chatarra con Valor», y se rumorea que incluirá un concurso nacional en el que se premiará a los barrios que recojan más material reciclable.

«Si pudimos derrocar al imperialismo, podemos hacer lo mismo con las lavadoras rotas y las latas viejas», declaró con su puño en alto, mientras los asistentes vitoreaban al «nuevo héroe de la chatarra».

Redes sociales enloquecen: “De agente a chatarrero”

Como era de esperar, las redes sociales no tardaron en reaccionar a la nueva vocación de Gerardo Hernández.

Los memes y las bromas inundaron internet, con imágenes del exespía vestido como superhéroe de la chatarra, recogiendo metales mientras rescata la economía cubana.

«¡Ahora sí va a haber latas para todos!», comentó un usuario en Twitter, mientras otro aseguraba que «Gerardo ha pasado de ser un agente encubierto a un agente del reciclaje».

Aunque su nueva carrera como chatarrero ha generado más risas que admiración, Gerardo Hernández se mantiene firme en su misión.

«No importa si antes luché por la revolución con inteligencia, ahora lo haré con chatarra. La Patria lo merece todo», concluyó, mientras subía a su destartalado camión con el lema pintado en el lateral: «Un país con futuro… hecho de latas y piezas oxidadas»

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