Funcionarios cubanos maravillados con baches de San Miguel del Padrón

Funcionarios cubanos de alto rango expresaron su asombro y admiración por los baches de San Miguel del Padrón.

Lo que comenzó como una simple visita para evaluar el estado de las carreteras se convirtió rápidamente en una experiencia surrealista cuando los funcionarios encontraron un laberinto de baches dignos de un parque temático de aventuras.

El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez, describió los baches como «obras maestras de ingeniería civil» y elogió la creatividad y la innovación de los residentes locales en su diseño.

«¡Es como un parque de diversiones, pero sin las atracciones!», comentó Rodríguez con una sonrisa.

Los lugareños, acostumbrados a esquivar los baches, miraban incrédulos mientras los funcionarios inspeccionaban cada grieta y hendidura con un aire de fascinación y asombro.

Algunos incluso se preguntaban si se trataba de una broma o si los funcionarios estaban realmente impresionados por la falta de mantenimiento de las calles.

El gobernador de San Miguel del Padrón, Cundo Empanada, aprovechó la oportunidad para destacar la singularidad de los baches y prometió que se convertirían en una atracción turística oficial de la ciudad.

«¡Imagina la emoción de los turistas al esquivar los nachos mientras recorren nuestras pintorescas calles!», exclamó con entusiasmo.

Sin embargo, no todos están tan entusiasmados con la idea.

Algunos residentes locales se quejan de que los baches son un peligro para la seguridad vial y exigen que se reparen de inmediato.

«¡No queremos ser una atracción turística, queremos calles seguras para conducir!», protestaron.

Con los funcionarios cubanos maravillados con los baches de San Miguel del Padrón, la ciudad se encuentra en un punto de inflexión.

¿Se convertirán en una atracción turística única o finalmente se repararán para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes?

Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: los huecos callejeros nunca volverán a ser los mismos.

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