El gobierno cubano anunció un programa para alimentar a los ancianos con aire.
Esta decisión desató una oleada de reacciones que van desde la incredulidad hasta la indignación.
Según las autoridades cubanas, esta medida radical es una respuesta innovadora a la crisis alimentaria que enfrenta el país.
El ministro de Salud, José Angel Portal Miranda, defendió la controvertida decisión argumentando que el aire es una fuente subestimada de nutrientes y que el gobierno está comprometido a garantizar que los ancianos reciban una nutrición adecuada.
El programa, denominado «Proyecto AIRE», implica la distribución botellas, jarras y platos vacíos, solo con aire.
Portal Miranda aseguró que estos objetos fueron sometidos a rigurosas pruebas científicas y que proporcionan una fuente saludable de alimentación para los ancianos.
Sin embargo, la medida fue recibida con escepticismo y críticas tanto dentro como fuera de Cuba.
Ciudadanos cubanos su incredulidad ante la idea de tener que sobrevivir con aire.
«Esto es una locura», declaró un residente de La Habana. «Necesitamos comida real, no aire enlatado».
La comunidad internacional también reaccionó con consternación ante la noticia.
Organizaciones de derechos humanos condenaron la medida, calificándola de inhumana y cruel.
El Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) calificó la decisión como «absurda» y prometió aumentar la ayuda humanitaria a Cuba.
Mientras tanto, los ancianos cubanos se encuentran en una situación desesperada.
Muchos de ellos expresaron su preocupación y sufrimiento ante la perspectiva de tener que subsistir con aire.
«Esto es una falta de respeto», declaró un anciano en Santiago de Cuba. «¿Cómo pueden pensar que podemos vivir de esta manera?».