Roxana Pérez, militar cubana, es denunciada por el gobierno tras su detención en el Estrecho de Florida. Las autoridades la acusan de traición a las Fuerzas Armadas.
El gobierno cubano estalló en cólera tras la reciente detención en el estrecho de Florida de Roxana Pérez, una joven militar que, según las autoridades, cometió el acto «imperdonable» de intentar abandonar la isla en una balsa improvisada.
A pesar de la aparente falta de estilo en su elección de transporte, lo que ha causado mayor indignación entre los altos mandos es el hecho de que Pérez, vestida con su uniforme, osara desafiar las órdenes revolucionarias por un simple sueño de libertad.
«Roxana Pérez no solo traicionó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, traicionó también la confianza que la Revolución depositó en ella,» afirmó un funcionario gubernamental en una conferencia de prensa. «Este es un acto que no puede pasarse por alto. Si cada soldado decide que puede navegar hacia el norte cuando le plazca, ¿quién quedará para defender las conquistas de nuestro socialismo?»
Dignidad revolucionaria
En lo que fue descrito por las autoridades como un intento de deserción «torpe y mal calculado», Roxana utilizó materiales reciclados para armar su embarcación, lo que ha desatado una ola de críticas en los medios estatales.
«Si vas a traicionar a la patria, al menos hazlo con dignidad,» comentó un presentador en el noticiero nocturno, añadiendo que lo mínimo que podía haber hecho es construir algo más resistente que una balsa hecha de bidones y tablas sueltas.
La reacción popular, sin embargo, ha sido una mezcla de asombro y sorna.
«¿Imperdonable? Lo imperdonable es que no se llevó a más gente,» bromeó un usuario en redes sociales.
Otros han cuestionado el dramatismo del gobierno, sugiriendo que, en lugar de condenar a Roxana, deberían aplaudir su espíritu emprendedor, aunque su elección de materiales haya dejado algo que desear.
Mientras tanto, las FAR han prometido una investigación exhaustiva para determinar cómo una joven con «tan poca lealtad» logró ingresar a sus filas.
«Lo que hizo Roxana Pérez es imperdonable,» sentenció el vocero, «pero lo que es realmente preocupante es que alguien no revisara bien su mochila. Si iba a cruzar el estrecho, al menos que lo hiciera con una lancha decente.»
El gobierno ha asegurado que el castigo será ejemplar y que casos como el de Roxana servirán como advertencia para cualquier otro miembro de las FAR que esté considerando desafiar la Revolución.
«No podemos permitir que una moda de huir del país se instale entre nuestras tropas. La única manera de que alguien cruce el estrecho de Florida es con un uniforme bien planchado… y en primera clase.»