Gobierno cubano venderá materiales de construcción: «Un bloque de cemento por cada guardia del CDR»

Los cederistas se apresuran a hacer más guardias, mientras la demanda de bloques ha generado problemas de suministro y creatividad en el trueque.

El gobierno anunció con gran entusiasmo su revolucionario plan de venta de materiales de construcción: por cada guardia nocturna que los miembros del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) realicen, se entregará un bloque de cemento.

Los detalles del plan: vigilando por un ladrillo

Durante una reunión extraordinaria en el Ministerio de la Construcción, los dirigentes explicaron que este esquema no solo incentivará la vigilancia cederista, sino que además dará un impulso necesario a la construcción de viviendas… aunque sea una casa por cada cinco décadas.

“¡Vigilancia revolucionaria y vivienda popular, todo en un solo combo!”, declaró uno de los funcionarios a cargo del proyecto, mientras mostraba con orgullo un bloque de cemento cubierto de polvo como si fuera una joya del futuro. “Si cada miembro del CDR en Cuba se mantiene firme en su puesto, en 15 años tendrán suficientes bloques para levantar una pared”.

Guardias de 24 horas: el nuevo furor cederista

Ante la noticia, muchos miembros del CDR han empezado a organizar guardias más intensivas.

Ya no se trata solo de las clásicas guardias de unas pocas horas. Ahora, algunos cederistas ambiciosos planean turnos de hasta 24 horas para acelerar el proceso de construcción.

“Por cada guardia, un bloque; si me quedo toda la semana vigilando, ya puedo hacer los cimientos de mi casa”, comentó Domitila Ramos, cederista veterana de La Habana Vieja. “Y si invito a mi hijo y a mis nietos a hacer guardias conmigo, quizás antes de que me jubile pueda terminar mi cuarto de baño”.

La fiebre del cemento

Las redes sociales en Cuba han explotado con memes y comentarios sarcásticos sobre la “fiebre del bloque”.

En algunos barrios, los cederistas han empezado a competir para ver quién puede reunir más materiales. Incluso se habla de “brigadas de vigilancia masiva” que se turnan para no dejar ni un solo minuto sin custodiar las esquinas.

«Antes, hacer guardias era una obligación aburrida; ahora lo hacemos por algo tangible», señaló Tomás «El Vigilante» Pérez, quien lleva semanas acumulando bloques. «Me faltan 5 guardias más y ya tengo para la cerca del patio. ¡Estoy emocionado!», exclamó, mientras ajustaba su uniforme del CDR.

Problemas logísticos: «Se nos acabaron los bloques»

Sin embargo, no todo es color de rosa. Algunos dirigentes del CDR han informado que, debido a la creciente demanda de bloques de cemento, ya hay escasez en algunos municipios.

“Parece que la gente está más dispuesta a hacer guardia de lo que pensábamos. No estábamos preparados para tanta vigilancia”, confesó el responsable del suministro de materiales en la provincia de Granma.

A medida que los cederistas se desesperan por obtener sus bloques, han surgido iniciativas creativas.

En algunos barrios, se ha reportado el intercambio de productos básicos, como arroz o jabón, por bloques de cemento.

“En mi cuadra ya se negocia: cinco guardias por un saco de arena”, comentó un vecino de Holguín que pidió mantenerse en el anonimato.

El futuro: una vivienda a golpe de guardias

A pesar de las dificultades logísticas y los retrasos en la distribución, el gobierno cubano sigue firme en su plan.

«Este es un proyecto para el pueblo», afirmó el Ministro de la Construcción en un discurso reciente. «Los cederistas son el alma de nuestra Revolución, y ahora, también serán los arquitectos de sus propias viviendas».

Con una sonrisa forzada y una mano sobre un modelo de casa hecho completamente de bloques de cemento, el Ministro concluyó: «¡Cada guardia es un paso hacia la casa de tus sueños, camarada!»

Mientras tanto, los cederistas siguen haciendo guardias, vigilando no solo por la seguridad de la Revolución, sino también por la oportunidad de, algún día, ver su casa levantarse… bloque por bloque.

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