Tras el devastador paso del ciclón Rafael por la isla, el gobierno cubano ha implementado una medida “innovadora” para ayudar a los ciudadanos a enfrentar la crisis energética: la venta de palos y ramas recolectadas de las calles y parques, para que las familias puedan utilizarlos como leña en sus cocinas.
Funcionarios del Ministerio de Energía y Minas aseguraron que esta estrategia surge como una “respuesta creativa” ante la falta de combustible y los continuos apagones, que han dificultado a los cubanos realizar algo tan básico como preparar una comida caliente.
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Palos al rescate de la cocina cubana
El gobierno, mediante esta “operación especial de recolección”, ha distribuido brigadas para recoger todas las ramas y árboles caídos tras el paso de Rafael.
Los palos serán organizados en “lotes” y puestos a disposición de la población a precios “justos y solidarios”.
Una fuente del Ministerio de Comercio Interior explicó que esta es una “solución temporal” que permite a las familias “reconectar” con métodos tradicionales de cocción, haciendo hincapié en el valor cultural de cocinar al fogón.
En una breve declaración televisada, el ministro de Energía y Minas dijo: “Sabemos que la situación es compleja, pero los cubanos siempre hemos sido creativos. Con esta nueva iniciativa, no solo brindamos una solución energética, sino que también fomentamos la vuelta a las raíces y el uso de métodos de cocción naturales”.
Un precio “accesible” por el paquete de leña
Cada paquete de leña, compuesto por cinco ramas de tamaño mediano, estará disponible en los puntos de venta a un precio que varía según la calidad de la madera.
En barrios como Centro Habana y Diez de Octubre, ya se han visto colas para acceder a estos recursos, a pesar de que la leña ha sido criticada por algunos debido a la alta demanda y el costo que se ha impuesto.
“Los precios son justos, considerando el trabajo de recogida y organización de los palos”, aseguró una representante del Ministerio de Comercio Interior.
Sin embargo, para muchos, este costo sigue siendo elevado, teniendo en cuenta que se trata de material recolectado de manera gratuita tras el ciclón.
Reacciones de la población: entre la resignación y la ironía
En redes sociales, algunos han reaccionado con resignación, comentando que “al menos tendrán algo con lo cual cocinar sus alimentos”, mientras que otros han criticado la medida con un tono irónico.
“Primero nos cortan la electricidad, luego el gas, y ahora tenemos que comprar lo que cae de los árboles. Esto es lo que yo llamo economía circular revolucionaria”, comentó un usuario en X.
“Un paso hacia la sostenibilidad”, aseguran las autoridades
Funcionarios del gobierno han defendido la medida como un paso hacia la sostenibilidad y el uso de energías renovables.
En una reciente conferencia, un representante del Ministerio de Economía aseguró que esta es una estrategia “ambientalmente responsable”, ya que promueve el uso de energías naturales y, al mismo tiempo, reduce la dependencia de combustibles fósiles.
“Además, cocinar con leña permite que las familias se reúnan en torno al fogón, como en tiempos pasados”, añadió.
Esta decisión ha llevado a muchos cubanos a replantearse sus hábitos de consumo y adaptarse a una realidad donde hasta los palos y ramas se han convertido en un bien preciado.
A medida que se distribuyan estos “paquetes de leña”, el pueblo cubano sigue esperando una solución definitiva para la crisis energética que atraviesa la isla.