El Gobierno de La Habana repara una parada en la Vía Blanca, pero los usuarios se preguntan: ¿dónde están las guaguas?

El Gobierno de La Habana celebró la inauguración de una parada de guaguas recién reparada en la Vía Blanca, uno de los puntos más transitados de la capital cubana.

Con pancartas que proclamaban «¡Viva la Revolución!» y una banda de música que sonaba con energía, el evento se convirtió en un auténtico espectáculo que atrajo a curiosos y transeúntes.

Sin embargo, tras la euforia inicial, un pequeño detalle quedó al descubierto: no hay guaguas que paren en la flamante estación.

Un proyecto “exitoso”

El acto de inauguración contó con la presencia de la gobernadora de La Habana, quien, con su discurso lleno de entusiasmo, declaró: “Esta parada es un símbolo de nuestro compromiso con el pueblo. Hemos trabajado arduamente para garantizar un espacio cómodo, seguro y moderno para todos los habaneros que esperan su transporte diario.”

Mientras los funcionarios cortaban la cinta roja con unas tijeras que parecían más grandes que la propia parada, el público aplaudía con moderado entusiasmo, conscientes de la ironía del momento.

“Está muy linda la parada, pero ahora lo que nos falta es que pasen guaguas por aquí,” comentó una señora que llevaba esperando en la parada vieja desde que pusieron los cimientos para la nueva.

¿Dónde están las guaguas?

A pesar de la espectacular remodelación, la ausencia de guaguas no pasó desapercibida.

“Es un poco como tener un teatro sin actores,” comentó un vecino de la zona. “La parada está perfecta, tiene hasta un techo que no gotea cuando llueve, pero el problema es que no hay nada que esperar en ella”.

Uno de los ingenieros responsables de la obra, que prefirió permanecer en el anonimato, admitió entre risas: “Nos enfocamos tanto en que la parada quedara bien, que se nos olvidó asegurarnos de que las guaguas funcionaran. Pero no pasa nada, ya resolvimos lo más difícil.”

Declaraciones oficiales: «Esto es sólo el comienzo»

En respuesta a las críticas, un portavoz del Ministerio de Transporte aseguró que la construcción de la parada es sólo el primer paso en un plan más amplio.

“Tenemos un proyecto ambicioso para solucionar el problema del transporte en La Habana. Primero, estamos construyendo paradas. El siguiente paso, claro, será trabajar en tener guaguas que funcionen,” declaró con una seriedad desconcertante.

El portavoz también mencionó que se están considerando varias opciones para suplir la falta de guaguas, desde la reactivación de carretas de caballos hasta la implementación de un sistema de “esperanza compartida”, donde los habaneros podrían formar grupos de espera para hacer más amena la espera.

“En el futuro, la espera en las paradas será más un evento social que una necesidad. Queremos que la gente disfrute de su tiempo, se conozca, comparta y sueñe con la llegada de las guaguas,” agregó.

El eterno problema del transporte en Cuba

Para los habaneros, la parada recién inaugurada en Vía Blanca es otro capítulo en la larga saga del transporte público cubano, una historia marcada por promesas incumplidas y un parque automotor que parece haberse quedado atrapado en el tiempo.

“Es increíble, uno pensaría que después de tantas décadas, lo primero que arreglarían serían las guaguas,” comentó un joven mientras hacía autostop en la Vía Blanca, justo frente a la nueva parada.

Mientras tanto, los vecinos de la zona se preparan para disfrutar de su nueva parada, aunque por ahora solo sea un sitio más cómodo donde sentarse y charlar sobre lo que nunca llega.

Al final del día, lo que más importa es el espíritu optimista del cubano, que a falta de transporte, siempre encuentra la manera de reírse de la situación.

Como dice el refrán: “En Cuba, el que espera… desespera, pero lo hace con estilo y en una parada nueva.”