Harold Aguilera, el joven portero cubano, sorprende al desaparecer del equipo en Portugal. Su enigmático mensaje deja a todos desconcertados. ¿Qué significará?
Harold Aguilera, el cierre camagüeyano de 22 años que jugaba al futsal con la misma intensidad con la que ahora corre hacia su libertad, ha dejado la concentración del equipo cubano en Portugal con más rapidez de la que puede sacar una pelota de su área.
Tras un amistoso contra la Selección Ucraniana, Aguilera aprovechó la “falta” de vigilancia para hacer la jugada más audaz de su carrera: desaparecer sin dejar rastro.
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El joven futbolista, conocido por marcar un gol decisivo en el Premundial de Nicaragua 2024 vestido de portero, dejó a sus compañeros preguntándose si deberían empezar a usar chalecos reflectantes para no perderse también.
Sin embargo, lo más intrigante es el mensaje que dejó atrás: “Fiquei aqui, mas não fui eu” — una frase que, para sus compañeros de equipo, suena como un trabalenguas y que no deja de desconcertar a más de uno.
La frase… una incógnita
En español, la frase puede parecer un tanto enigmática, pero en portugués, “Fiquei aqui, mas não fui eu” es un juego de palabras que podría interpretarse como “Me quedé aquí, pero no fui yo”.
¿Qué quiso decir Harold con esto? ¿Acaso está insinuando que su fuga fue una decisión sin culpables? ¿O tal vez estaba intentando dejar una nota críptica para confundir a las autoridades, que probablemente ahora están tan perdidas como el portero suplente de la selección cubana?
Mientras el equipo cubano se prepara para continuar su camino hacia el Mundial de Uzbekistán 2024, ahora con una pieza clave menos, Aguilera probablemente está disfrutando de un “bica” (expreso portugués) en alguna plaza de Lisboa, riéndose de cómo todos intentan descifrar su mensaje.
Reacciones desde Cuba
En La Habana, las reacciones no se han hecho esperar. “Este chamaco se nos fue de fuera de juego, ¡pero con estilo!”, comentó un vecino de Camagüey, mientras otros especulan que Aguilera siempre tuvo un plan B… o más bien un plan “Bica”. Y es que, aunque el fútbol es un deporte de equipo, escapar parece haber sido un golazo de autoría individual.
Por ahora, Harold Aguilera ha conseguido lo que pocos logran: burlar a la defensa, al árbitro y a todo un equipo de seguridad. Y aunque los fanáticos cubanos lamentan la pérdida de su talento en la cancha, no pueden evitar aplaudir la audacia del joven, que ha demostrado ser un verdadero maestro de la improvisación… y del escape.