Hijo de Fidel Castro vinculado a narcotraficantes explica por qué no fue al juicio en Cienfuegos: “El Mercedes Benz de mi papá se rompió”

Alejandro Castro Soto del Valle

Alejandro Castro Soto del Valle prometió que algún día “hará el esfuerzo” de comparecer en el juicio, pero solo cuando la Revolución garantice un transporte decente hacia Cienfuegos.

Alejandro Castro Soto del Valle, uno de los hijos del difunto Fidel Castro, ha dado explicaciones insólitas sobre su ausencia en el juicio celebrado en Cienfuegos, donde su nombre salió a relucir varias veces en relación con presuntos narcotraficantes. Según el mismísimo Alejandro, su ausencia se debió a que “el Mercedes Benz de papá se rompió y no tenía cómo llegar”.

En declaraciones que parecen sacadas de un guion surrealista, Castro Soto del Valle aseguró que había hablado con su difunto padre – por entonces aun vivo – para pedirle prestado uno de sus tantos Mercedes Benz blindados.

«Le pedí a mi papá que me prestara su Mercedes, pero el carro se rompió justo cuando lo estaba sacando de Punto Cero. No había manera de llegar a Cienfuegos sin hacer un show, y eso no iba conmigo», explicó a Cuba Ridícula.

«Era la única manera de llegar a Cienfuegos con estilo», añadió Alejandro, mientras juraba haciendo la cruz con el índice y el dedo gordo, que estaba listo para presentarse en el juicio, pero el vehículo sufrió una avería mecánica irreparable. “Quise tomar un ómnibus de Astro, pero ya sabemos cómo es eso: si no reservas un mes antes, olvídalo”.

Ante las acusaciones y las imágenes exclusivas reveladas por Diario de Cuba, donde varios testigos mencionan sus estrechos lazos con los narcotraficantes Enrique Artiles Mata y su hijo Elvis, Alejandro se defendió diciendo que todo es parte de un plan orquestado por “la contrarrevolución”.

“Lo de que vendí un jeep Toyota verde olivo a Enrique es verdad, pero fue en nombre de la Revolución. Y lo de los regalos… bueno, eso es pura cortesía”, explicó sin inmutarse.

Cuando se le preguntó si estaba al tanto del origen ilícito del dinero de sus amigos, Alejandro respondió con un suspiro: “Yo solo veo buenas personas. ¿Cómo iba a saber que eran narcos? ¡Si Enrique me regaló un televisor pantalla plana, eso no lo hace culpable de nada!”.

A pesar de las constantes menciones de su nombre durante el juicio en Cienfuegos, ni la jueza ni los fiscales se molestaron en llamarlo a declarar, lo que ha levantado suspicacias sobre la impunidad de la élite castrista.

En su defensa, Alejandro precisó que además de la ya mencionada avería de uno de los Mercedes Benz blindados de su padre, Fidel Castro, , «una serie de eventos desafortunados», entorpecieron el viaje a la bien llamada «Perla del Sur» y mencionó «una razón de peso» que lo obligó a quedarse en La Habana: su padre, el Comandante en Jefe, se encontraba «malito» y necesitaba cuidados.

Según Alejandro, la situación era preocupante, ya que sospechaba que su madre, Dalia Soto del Valle, estaba “envenenando poco a poco” a Fidel.

«No puedo asegurarlo, pero desde que Dalia empezó a cocinarle más seguido, lo vi decaer. Así que decidí quedarme para cuidarlo y asegurarme de que todo estuviera bien», confesó Alejandro con tono sombrío.

Entre el Mercedes y la sospecha de envenenamiento

Con el Mercedes fuera de circulación y Fidel en cama, Alejandro se vio en la encrucijada de atender el juicio o quedarse en Punto Cero para proteger a su padre.

“Era cuestión de prioridades. Fidel es la Revolución, y si me pongo a pensar, creo que lo de Dalia es una conspiración. Alguien tenía que quedarse para vigilar”, concluyó.

Mientras tanto, el juicio en Cienfuegos siguió su curso sin la presencia de Alejandro, a pesar de las repetidas menciones de su estrecha relación con los narcotraficantes Enrique Artiles Mata y su hijo Elvis. Sin embargo, como era de esperar, ni la jueza ni los fiscales hicieron el menor esfuerzo por llamarlo a declarar.

Entre excusas de Mercedes Benz rotos, padres enfermos y teorías de conspiración, queda claro que en Cuba, la realidad siempre tiene un toque de telenovela. ¿Volverá Alejandro a explicar su ausencia? Todo indica que, de momento, prefiere quedarse cuidando a su papá… o su Mercedes.

Alejandro Castro Soto del Valle prometió que algún día “hará el esfuerzo” de comparecer, pero solo cuando la Revolución garantice un transporte decente hacia Cienfuegos, y dijo que si Antonio José Ponte lo hubiese llamado antes de subir el video a Diario de Cuba, él se lo hubiese aclarado.

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