Inauguran Casa del Desayuno en Isla de la Juventud

Ubicada en el bulevar de Nueva Gerona, la Casa del Desayuno promete precios asequibles, pero la duda en la población es: ¿qué van a vender si no hay nada?

En medio de la escasez generalizada, las autoridades de la Isla de la Juventud decidieron cortar la cinta de un nuevo establecimiento en Nueva Gerona: la Casa del Desayuno.

Este nuevo local, situado en el antiguo y recordado Día y Noche, pretende devolver a los habitantes pineros el placer de disfrutar de un buen desayuno “a precios accesibles para todos”, según afirmaron los directivos durante la inauguración.

Desayuno… ¿con qué?

A pesar de los discursos entusiastas sobre la importancia de la Casa del Desayuno para la economía local, las expectativas entre la población son bastante más escépticas.

La gran pregunta en boca de todos los vecinos es clara: ¿qué van a vender si no hay ni huevos ni pan ni café?

La respuesta oficial a esta incógnita fue, como de costumbre, algo vaga.

Los funcionarios presentes aseguraron que “se trabajará con los recursos disponibles”, una frase que en Cuba ha llegado a significar “no esperen mucho”.

Un vecino curioso que se asomó al interior del local comentó en tono irónico: “Si en el menú hay esperanza y fe, al menos eso no nos falta. Pero si hablamos de comida… eso es otro tema”.

Las dudas se multiplicaron cuando, durante el recorrido inaugural, las bandejas permanecían vacías y los termos brillaban por su ausencia.

“Ni un chícharo en polvo vimos”, murmuró otra residente, intentando contener la risa.

Precios asequibles y ofertas invisibles

Aunque las autoridades insistieron en que los precios serían asequibles, la experiencia previa en otros establecimientos similares no es alentadora.

“Lo barato es lo que no existe”, dijo un pinero mientras observaba el flamante cartel de la Casa del Desayuno, preguntándose si, al igual que en otros lugares, “habrá que desayunar con la vista”.

Así, con grandes expectativas pero sin productos a la vista, la Casa del Desayuno abre sus puertas, prometiendo lo que quizás sea otro ejercicio de paciencia y adaptación para los cubanos, acostumbrados ya a desayunar con más ideas que alimentos.

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