Un testigo describió la escena como “una metáfora revolucionaria”.
El viceprimer ministro cubano, Jorge Luis Tapia, llamó la atención de todos en una reciente reunión con representantes del sector azucarero cuando, en un momento de pausa, se inclinó hacia la mesa y, con absoluta calma, se sacó un moco.
Según fuentes presentes, Tapia adoptó esta acción con la misma seriedad con la que habla de “arrancar la producción desde la raíz”.
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Un testigo describió la escena como “una metáfora revolucionaria”, insinuando que los problemas del sector requieren un esfuerzo similar.
Una pausa para reflexionar… y más
El gesto generó opiniones divididas entre los presentes. Algunos lo consideraron una muestra de confianza y transparencia.
“Aquí no hay pretensiones, somos cubanos al natural”, comentó uno de los asistentes. Otros, sin embargo, se mostraron incómodos, como si el acto reflejara el desdén oficial hacia la situación del sector.
Una respuesta inesperada para un sector en crisis
Tapia, conocido por su enfoque “pragmático” en temas productivos, mostró así su estilo directo, mientras los azucareros observaban con una mezcla de asombro y resignación.
En su intervención, enfatizó la necesidad de “limpiar” el sector, dejando claro que, para él, los problemas que afectan al azúcar requieren, al igual que su gesto, una extracción a fondo.
Reacciones del público y la ironía cubana
Muchos trabajadores en redes no tardaron en bromear sobre el incidente, señalando que, mientras él se sacaba un moco, el sector azucarero “se saca el jugo” tratando de producir en un país donde las limitaciones materiales frenan cualquier intento de desarrollo.