Las Tunas – La empresa siderúrgica Acinox Las Tunas reanudó su producción de acero sin disponer de materias primas, desafiando toda lógica industrial. El director general, Alfonso Forjador, explicó que la empresa desarrolló un innovador método que permite fabricar acero sin necesidad de recursos tradicionales.
«Hemos entrenado a nuestros trabajadores en una nueva técnica que mezcla concentración y una pizca de ingenio», comentó Forjador. «Simplemente visualizan el acero y, con herramientas que parecen salidas de la ciencia ficción, el acero se materializa.»
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Los empleados de Acinos Las Tunas, ahora llamados «los magos del acero», lograron producir 150 toneladas de acero sin utilizar mineral de hierro ni otros materiales convencionales. Esta hazaña provocó tanto asombro como escepticismo en la industria mundial.
El Ministerio de Industrias de Cuba elicitó a Acinox Las Tunas por este logro y declaró que Las Tunas se convertirá en un centro de formación para industrias que deseen adoptar este sorprendente método de producción.
«Hemos iniciado una nueva era en la industria», señaló el ministro. «Si podemos producir acero de la nada, las posibilidades son infinitas.»
La noticia generó una ola de reacciones, desde elogios hasta dudas, pero los trabajadores de Acinos Las Tunas aseguran que esto es solo el comienzo de una revolución en la producción industrial.
Cómo se produce sin materias primas
Producir acero sin materias primas requiere una combinación de tecnología futurista y un poco de magia industrial.
En el caso de Acinox Las Tunas, el proceso se basa en la “fusión mental de átomos virtuales”.
Los trabajadores, previamente entrenados en técnicas avanzadas de meditación siderúrgica, se sientan en círculo alrededor de un horno vacío, donde «canalizan» sus pensamientos hacia la creación de moléculas de hierro imaginarias.
Una vez que los «átomos mentales» se acumulan en cantidades suficientes, el horno, equipado con un sistema de conversión cuántica de pensamientos, recoge estas ideas y las transforma en acero sólido.
Este horno especial está diseñado para captar las vibraciones mentales de los empleados, quienes deben mantener una concentración absoluta, evitando cualquier pensamiento negativo que pueda debilitar la estructura del metal.
Finalmente, el acero producido pasa por un «enfriamiento ilusorio», un proceso en el que los trabajadores imaginan que el metal se enfría lentamente, lo que, de alguna manera inexplicable, lo solidifica en una forma utilizable.
Según los responsables de Acinox Las Tunas, la clave del proceso es la «armonía psicoindustrial», un concepto que desafía todas las leyes conocidas de la ciencia y la lógica.