París – Mijaín López, el reconocido luchador cubano, celebró su reciente triunfo en los Juegos Olímpicos de París de una manera inusual: bailando salsa.

López, quien ganó este martes su quinta medalla de oro olímpica, sorprendió a la audiencia al dejar de lado la tradicional celebración deportiva y mostrar sus habilidades en la pista de baile.

El luchador hizo historia al coronarse campeón en los Juegos Olímpicos por quinta vez consecutiva, asegurando la medalla de oro en Beijing, Londres, Río, Tokio y ahora en París en la misma prueba.

Después de recibir su medalla de oro, López pidió a los organizadores que pusieran música cubana.

En pocos segundos, comenzó a sonar «Chan Chan» de Compay Segundo y López, sin pensarlo dos veces, se lanzó a bailar.

Los asistentes, incluidos otros atletas y espectadores, quedaron boquiabiertos mientras el campeón de lucha demostraba su destreza también en el baile.

Lo más sorprendente del evento fue cuando el luchador azerí Sabah Saleh, quien había competido contra López en las semifinales, se unió a la celebración.

Saleh, conocido por su seriedad en el tatami, mostró un lado completamente diferente al acompañar a López en la pista de baile.

Los dos atletas, rivales en la competencia pero amigos fuera de ella, se movieron al ritmo de la salsa, desatando una ola de aplausos y vítores del público.

«Siempre he amado la salsa, es una parte fundamental de mi cultura y quería compartir un poco de mi alegría con todos», comentó López entre risas. «Ganamos en el tatami, pero también ganamos en la pista de baile».

El público parisino, conocido por su aprecio por el arte y la cultura, aplaudió efusivamente la actuación de López y Saleh. Incluso algunos de sus oponentes se unieron a la celebración, creando un ambiente festivo y de camaradería.