MADRID– Yusdanka Capote, una militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Sancti Spiritus, descubrió que el carnet de la organización no sirve para absolutamente nada.
La joven, orgullosa militante desde hace cuanto años, se dio cuenta de que no tenía ningún valor real.
«Fue un momento de iluminación», declaró Capote en una entrevista exclusiva a Cuba Ridícula. «Me di cuenta de que, a pesar de llevar mi carnet a todas partes y mostrarlo con orgullo, nunca me había dado ningún beneficio tangible».
El descubrimiento de Capote generó un debate acalorado en todo el país, con muchos jóvenes expresando su sorpresa y frustración ante la realidad de que el carnet de la UJC no tiene ningún poder real.
«Siempre pensé que el carnet era como una especie de llave mágica que te abría puertas en la vida», comentó Leonardo Costa, otro militante de la UJC. «Pero ahora veo que no es más que un pedazo de papel con mi foto».
Sin embargo, otros recibieron la noticia con optimismo, viéndola como una oportunidad para reevaluar el papel de la UJC en la sociedad cubana.
«Este descubrimiento es una llamada de atención para todos nosotros», afirmó Carlos Camilo Soto, un joven activista. «Nos muestra que debemos enfocarnos en acciones concretas y no en símbolos vacíos como el carnet».
El impacto del descubrimiento de Capote trascendió las fronteras de la política juvenil y llegó incluso a los más altos niveles del gobierno.
El presidente Díaz-Canel, al enterarse de la noticia, intentó desmentir el hecho y quitarle importancia al asunto.
“El carnet es importante, porque te diferencian de aquellos que no son comunistas. Ese es su valor”, alegó.
En medio de la conmoción y el debate, muchos jóvenes reconsideran su afiliación a la UJC y buscan nuevas formas de involucrarse en la vida política y social de Cuba.
«Ya no necesito un carnet para demostrar mi compromiso con mi país», afirmó Capote. «Lo que realmente importa es lo que hago, no lo que llevo en mi bolsillo».
A medida que la noticia se propaga y la sociedad cubana reflexiona sobre su significado, queda claro que el descubrimiento de Yusdanka Capote marca el comienzo de una nueva era en la política juvenil de Cuba.
Con un enfoque renovado en la acción y la participación activa, los jóvenes están listos para llevar adelante el legado de transparencia y honestidad que ha sido establecido por este valiente militante de la UJC.