El ministro de Cultura, Alpidio Alonso, expresó su profunda frustración tras una visita al histórico sitio de Mangos de Baraguá.

El motivo de su descontento: la ausencia total de mangos en la localidad que lleva el nombre de la codiciada fruta.

La visita, que se esperaba fuera una celebración de la rica herencia cultural de la región, se convirtió en un escenario de confusión cuando el ministro, conocido por su amor a los mangos, descubrió que no había ni uno solo a la vista.

«Me engañaron», declaró Alonso, visiblemente perturbado por la falta de la fruta tropical. «Vine aquí con la promesa de mangos jugosos y me encuentro con nada más que matas de marabú».

La expectativa de Alonso de degustar mangos recién cosechados se desvaneció tan rápido como su paciencia.

«¿Cómo es posible que en Mangos de Baraguá no haya mangos? Es como ir a La Habana y no encontrar habanos», exclamó ante una multitud de periodistas y locales igualmente perplejos.

La situación se complicó aún más cuando el comité de bienvenida, compuesto por los más distinguidos agricultores de Baraguá, presentó al ministro una cesta de mangos importados en un intento de apaciguar la situación.

Sin embargo, lejos de calmar los ánimos, el gesto fue interpretado como una burla.

«¡Esto es el colmo!», gritó Alonso, rechazando la oferta. «¡Exijo mangos auténticos de Baraguá, no estas importaciones muérdelas!»

El incidente provocó una ola de reacciones en las redes sociales, donde los ciudadanos expresaron su apoyo al ministro con el hashtag #MangosParaAlonso, mientras que otros vieron la situación con humor, creando memes y caricaturas que representan a Alonso en una búsqueda infructuosa de mangos.

Expertos en cultura y agricultura salieron al paso para explicar que, históricamente, Mangos de Baraguá nunca ha sido un lugar de cultivo de mangos, sino que su nombre proviene de una antigua leyenda local.

Sin embargo, esta explicación no hizo más que aumentar la frustración de Alonso, quien prometió iniciar un programa nacional para plantar mangos en cada rincón de Baraguá.

«Si la vida no te da mangos, siembra los tuyos», declaró el ministro, lanzando una campaña que ya está siendo llamada la «Revolución del Mango».

El programa incluirá la distribución de semillas de mango y talleres de cultivo para asegurar que, en el futuro, nadie más sufra la decepción que él ha experimentado.

En un comunicado oficial, el Ministerio de Cultura anunció que se llevará a cabo una investigación para determinar cómo fue posible que el Alpidio Alonso fuera llevado a creer que encontraría mangos en Baraguá.

Se espera que los resultados de la investigación se presenten en una conferencia de prensa donde, con suerte, habrá mangos de verdad para todos.