Se anuncia que la búsqueda del supuesto tesoro podría «resolver la crisis económica», pero los detalles del hallazgo son tan vagos como las promesas gubernamentales.
Las autoridades cubanas han puesto en marcha una singular iniciativa que ha dejado a más de uno con la boca abierta (y la nariz tapada).
Se trata de la búsqueda del «tesoro fidelista», un mítico conjunto de reliquias supuestamente escondidas entre montones de basura y escombros de la ciudad.
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Este tesoro, que según los rumores incluye desde lingotes de oro hasta medallas conmemorativas de la Revolución, promete ser la solución a los problemas financieros del país, si es que alguien logra encontrarlo.
«El legado de Fidel está donde menos lo esperamos»
La idea de buscar el tesoro entre la basura provino, según fuentes oficiales, de un grupo de historiadores y arqueólogos patrióticos, quienes aseguran que Fidel, en su infinita sabiduría, habría ocultado bienes valiosos en lugares impensados, para «protegerlos del imperialismo».
La misión ha sido bautizada como «Operación Saca Oro de la Basura», y las autoridades han lanzado una convocatoria masiva para que la población se sume a la búsqueda.
«Fidel siempre dijo que el verdadero tesoro de Cuba estaba en su gente, pero parece que también dejó algo material enterrado por ahí», comentó Juan Carlos, un funcionario del Partido, mientras entregaba bolsas plásticas a los voluntarios para que revisaran los vertederos.
Un país en busca del «santo grial revolucionario»
El entusiasmo ha sido tal que las calles de La Habana y otras ciudades de la isla se llenaron de grupos de ciudadanos armados con palas, escobas y bolsas, removiendo los cúmulos de basura con la esperanza de encontrar alguna pista del legendario tesoro.
«Si encuentro algo de valor, lo comparto con todos», gritó con optimismo un anciano que llevaba horas hurgando en un basurero de Centro Habana, con la esperanza de hallar algo más que latas vacías.
«Nos dijeron que la basura era reciclable, pero nunca imaginamos que lo que íbamos a reciclar era oro», expresó en tono jocoso Marta, una vecina que, pese al escepticismo inicial, decidió sumarse a la búsqueda.
«Con lo que está la cosa, cualquier cosa sirve para mejorar la economía», agregó, mientras seguía hurgando entre viejos periódicos del Granma.
El verdadero «milagro económico»
En una conferencia de prensa, un portavoz del Ministerio de Economía aseguró que, de encontrarse el tesoro, este podría representar un «impulso clave» para la recuperación financiera del país. “Es como el Plan C después de los CDR y la Moringa. No fallará”, declaró con entusiasmo.
Sin embargo, algunos críticos han cuestionado la veracidad de esta iniciativa, comparándola con otras promesas fallidas del pasado.
«Esto es como buscar agua en el desierto», dijo un economista que pidió no ser identificado, antes de añadir: «A este paso, lo próximo será buscar lingotes de oro en el Malecón».
Por supuesto, el evento no ha estado exento de incidentes curiosos. Un grupo de pioneros encontró lo que parecía ser una vieja caja fuerte, pero al abrirla, solo contenía boletas electorales de la década de los 90.
«Al final, el tesoro era más simbólico que otra cosa», comentó un maestro que acompañaba a los niños en la búsqueda.
Aunque el tesoro aún no ha aparecido, los cubanos continúan buscando, porque, como dicen, «la esperanza es lo último que se pierde». O, en este caso, la basura.