MADRID– El obrero Placencio Montoto, miembro de la ANIR en la Empresa Agropecuaria Jovellanos, en Matanzas, prometió al gobierno cubano sustituir la termoeléctrica Antonio Guiteras con un dinamo y así generar la energía que necesita el pueblo.

“Esto no se lo esperaban ni los imperialistas, hemos sido capaces de aguantar más tiempo que la Guiteras y generamos la misma cantidad de corriente”, explicó Montoro a Miguel Mario Díaz-Canel(o).

El proyecto tiene como objetivo dejar de usar combustibles fósiles y darle trabajo a los empleados de la Agricultura, y ya que no hay comida para cultivar, al menos que generen electricidad, explicó Susely Morfa, secretaria del Partido Comunista en Matanzas.

“Aquí pensamos en todos y todas, y podemos ser millonarios generando electricidad limpia, con este dinamo que diseñamos entre todos los trabajadores y trabajadoras, para beneficio del pueblo y la puebla”, dijo la también psicóloga.

El sistema, aunque parezca arcaico, es más estable que la Guiteras, la termoeléctrica más importante del país, que en los últimos meses no es capaz de aguantar dos días encendidas.

Con el dinamo, si se va la corriente, será porque la persona encargada de darle a la manigueta no está a la altura de las exigencias del gobierno, aseguraron las autoridades locales.

“Diseñamos un plan, y tendremos a cada trabajador de la provincia al menos media hora al mando de la manivela, así se irán rotando y todos sentirán que son parte de este proyecto tan bonito”, explicó Morfa.

Canelo no pudo evitar quedarse asombrado con el proyecto y ordenó que se pruebe este avance científico-técnico en cada provincia, porque así se acabarían los apagones en Cuba.

“Ni yo lo hubiese hecho mejor, por eso dispongo que en cada centro de trabajo, en cada barrio, en cada rincón del país haya dinamos como este, para que no nos falte la corriente”, enfatizó el dirigente comunista.

La prensa oficial evitó mostrar a Canelo dándole a la manivela, porque no se ensució las manos y así evitarían dar una imagen de hombre aburguesado, pero una de las personas que le acompañó confesó que “el presidente casi sudó la camisa y fue muy bello ver el espectáculo”.