Organismos estatales donan libros a damnificados de Guantánamo: “Damos lo que tenemos”

Los damnificados del huracán Oscar reciben libros en lugar de alimentosy otros productos básicos

Tras el paso del huracán Oscar por Guantánamo, las familias damnificadas que lo perdieron todo recibieron una inesperada muestra de solidaridad: cajas llenas de libros donados en nombre del Instituto de Información y Comunicación Social y la UPEC.

“Es lo que tenemos”, dijeron los representantes de ambas instituciones, orgullosos de llevar “cultura y conocimiento” a quienes lo han perdido todo, incluyendo techo, ropa y comida.

Un acto de solidaridad (literaria) en tiempos de crisis

Mientras los damnificados esperaban con ansias insumos básicos, el cargamento llegó a Guantánamo lleno de publicaciones como “La Guerra de los Diez Años” y “Discursos de Fidel Vol. IV.”

Se distribuyeron como bienes de primera necesidad, acompañados de un solemne mensaje de la UPEC: “Los alimentos se consumen, pero el saber es eterno”.

Carmen Luz Pacheco, una de las beneficiarias, expresó su confusión ante la donación: “Nosotros pensábamos que venían con módulos de comida, pero bueno, al menos vamos a tener algo que leer cuando el hambre apriete.”

“Cultura para el alma, aunque el estómago esté vacío”

El director de la UPEC explicó en el acto de entrega que estos libros ofrecerán a los damnificados “algo que ni el viento ni el agua pueden destruir: el conocimiento revolucionario”.

“¿Qué mejor que pasar una noche de apagón bajo el techo destartalado, con un buen libro sobre la historia de la lucha cubana?” comentó mientras repartía ejemplares de una vieja edición de Granma.

Uno de los asistentes, mientras intentaba leer a la luz de una vela, comentó entre risas: “Al menos esto me ayudará a olvidar un poco el hambre… o a intentarlo”.

Sin embargo, otros damnificados expresaron menos entusiasmo: “¿Y con qué luz vamos a leer estos libros si ni corriente tenemos?” preguntó uno de los vecinos, mientras examinaba la carátula desgastada de “El Socialismo y el Hombre Nuevo en Cuba”.

Críticas y “nuevas expectativas”

En redes sociales, la medida fue recibida con escepticismo. Muchos usuarios se burlaron de la donación y propusieron nuevos planes solidarios.

“¡Que el próximo módulo venga con biografías de Lenin y una bolsa de arroz imaginario!”, escribió un usuario.

Otros sugirieron un plan de emergencia que incluya “lecturas nocturnas grupales en la plaza”, argumentando que “nada une más a un pueblo que el amor por las páginas de historia”.

La noticia también provocó comentarios de varias figuras de la cultura oficialista.

Una poetisa local Dulce Pino defendió la entrega: “Leer nos ayuda a resistir, ¡aunque el estómago esté vacío! Los cubanos somos un pueblo de sacrificio y lecturas”.

Mirando al futuro: próximas donaciones

Para los organismos estatales, esta donación cultural es solo el inicio.

Según declaró un representante del Instituto de Información y Comunicación Social, ya se están organizando nuevas entregas de material de lectura en provincias afectadas por ciclones anteriores.

“No prometemos ni colchones ni alimentos, pero tengan por seguro que la ideología estará bien repartida”, concluyó el director, quien adelantó que los próximos envíos podrían incluir obras inéditas de líderes revolucionarios, compilaciones de discursos oficiales y folletos de orientación ideológica para enfrentar cualquier desastre natural… o humano.

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