Pioneros repitentes celebran inicio del curso escolar

«Este año pasamos de cuarto grado», dijo uno de los participantes.

La escuela primaria «José de la Luz y Caballero» se llenó de pioneros que, pese a su edad avanzada, no han perdido las esperanzas de finalmente aprobar cuarto grado.

Estos «pioneros repitentes», muchos de ellos en sus cincuentas y sesentas, llegaron emocionados al inicio del curso escolar, convencidos de que este año, finalmente, lograrán superar las asignaturas que los han mantenido estancados por décadas.

Un grupo de veteranos en el arte de repetir el año

Con más de cuarenta años repitiendo curso, Sergio «El Inmortal» Torres, de 56 años, llegó con la determinación de aprobar matemáticas de una vez por todas.

“Este curso voy a poder resolver las multiplicaciones sin contar con los dedos. Ya me sé de memoria que cuatro por cinco son veinte, lo difícil es lo que sigue», comentó orgulloso.

Torres ha sido un pilar de la comunidad educativa, habiendo pasado tanto tiempo en la misma escuela que ya podría haberse jubilado como maestro, si alguna vez hubiera logrado aprobar el cuarto grado.

Un himno eterno para los pioneros repitentes

Mirtha «La Veteranísima» Pérez, otra pionera repitente, con 43 años de experiencia en las aulas del cuarto grado, se mostró optimista frente al nuevo curso.

“Ya he repetido la ceremonia de inicio tantas veces que el himno de la OPJM es como una vieja canción que nunca pasa de moda. Lo canto con el mismo fervor que en los años 70”, comentó Mirtha, ajustando su pañoleta con un nudo que ha perfeccionado durante décadas.

Pese a su veteranía, Mirtha aún enfrenta dificultades con las reglas gramaticales, especialmente con la tilde diacrítica.

“Confundo más los porqués que las razones por las que sigo aquí”, bromeó.

Un acto de reconocimiento a la perseverancia

La ceremonia de apertura incluyó un emotivo acto en el que se entregaron medallas al mérito, específicamente diseñadas para aquellos pioneros que han intentado aprobar más de 30 veces.

Entre aplausos y vítores, varios pioneros recibieron medallas por «Perseverancia Escolar», un galardón especial para aquellos que han demostrado una resistencia admirable ante la adversidad académica.

«Este es un ejemplo para todos», señaló Amancia Chávez, la directora de la escuela. «Aunque nuestros pioneros ya peinen canas, seguimos creyendo en su potencial. Nunca es tarde para aprender, y nunca es tarde para aprobar el cuarto grado».

Técnicas para sobrevivir un año más

No todos los pioneros están interesados en aprender, algunos solo quieren encontrar la manera de burlar el examen final.

Jacinto «El Copión» Álvarez, un maestro en el arte de copiar, ha sobrevivido los últimos 20 años haciendo trampa.

«La clave es copiarte de quien esté más cerca, pero sin que el maestro se dé cuenta», comentó en tono confidencial. Jacinto no ha logrado aprobar, pero sí ha perfeccionado su técnica para evadir la vigilancia de los maestros.

El futuro incierto de los pioneros repitentes

A pesar del entusiasmo de los pioneros repitentes, los pronósticos académicos no son muy alentadores.

Las asignaturas que han sido su pesadilla por décadas —matemáticas, lengua española y ciencias naturales— siguen presentando desafíos insuperables para muchos de ellos.

Aún así, estos pioneros se mantienen optimistas, aferrados a la creencia de que, si no es este año, quizás el próximo, o el siguiente, lograrán aprobar el curso.

«Si no paso este año, me quedo hasta que apruebe, así sea con bastón», afirmó Sergio, mientras afilaba un lápiz con el entusiasmo de un escolar de primer grado.

Así, entre risas, esperanza y cuadernos gastados, los pioneros repitentes comienzan un nuevo ciclo escolar, decididos a demostrar que nunca es tarde para seguir intentándolo… aunque ya no quede mucho cabello por peinar.

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