Durante un recorrido oficial en Artemisa, el presidente de la ANAP, Félix Duartes Ortega, se perdió en un hierbasal, generando risas y tensión entre los asistentes.
La jornada que pretendía ser un ejemplo del «progreso agrícola» en Cuba tomó un giro inesperado cuando Félix Duartes Ortega, presidente de la ANAP y miembro del Comité Central del PCC, se perdió en un vasto hierbasal durante un recoorrido en las afueras de Artemisa, exactamente en la localidad de Batabanó.
Un momento que se salió de control
La actividad, que contó con la presencia de importantes figuras locales y algunos campesinos, parecía transcurrir como de costumbre: cantaletas largas y risas forzadas.
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Duartes Ortega, con su característico optimismo de “todo va bien» aunque nada funcione, pronunció unas palabras alentadoras sobre las “milagrosas” cosechas de yuca en un terreno que apenas daba para cultivar espinas.
Al finalizar, tomó su machete simbólico para inaugurar oficialmente el terreno. Sin embargo, en lugar de cortar una cinta, como es tradición, el dirigente decidió aventurarse en el terreno, adentrándose en un hierbasal que, según sus propias palabras, «simbolizaba la fortaleza y resistencia del pueblo cubano».
Minutos de tensión… y risas
Lo que empezó como un gesto simbólico, rápidamente se convirtió en un momento de tensión cuando, tras diez minutos, nadie pudo localizar a Duartes.
«Primero pensamos que estaba inspeccionando el área o dando algún tipo de giro revolucionario al acto», declaró un miembro del PCC. «Pero luego nos dimos cuenta de que simplemente se había perdido en la maleza».
«¡Félix, vuelve!»
Un improvisado comité de rescate, compuesto por campesinos y funcionarios del partido, comenzó a llamarlo entre los hierbajos.
«¡Félix, vuelve, no hay más matas que cortar!», gritaban.
Los murmullos entre la multitud no tardaron en convertirse en risas contenidas cuando alguien comentó que “ni el más alto cuadro del partido puede contra la naturaleza revolucionaria del hierbasal”.
La búsqueda se intensifica
Después de media hora, sin señales de Félix Duartes Ortega, algunos empezaron a cuestionar si en realidad se trataba de un acto de resistencia natural del campo cubano.
“Es como si la vegetación misma se lo hubiera tragado, tal vez como una metáfora de lo que le está ocurriendo a la agricultura nacional”, comentó entre risas uno de los asistentes.
Finalmente, el dirigente fue encontrado desorientado, intentando abrirse paso a machetazos en una dirección completamente opuesta al sitio del evento.
«Pensé que estaba haciendo un recorrido de inspección… pero resulta que solo estaba perdido», confesó entre risas nerviosas cuando lo rescataron.
“El campo siempre vencerá”
A su regreso, ya más calmado y con un poco de barro en la cara, Duartes Ortega bromeó: «Este es el tipo de lecciones que solo el campo cubano puede enseñarnos. El hierbasal siempre vencerá».
El evento, que debía durar apenas 30 minutos, se extendió por casi dos horas debido a la “aventura”. Sin embargo, muchos aseguraron que fue el momento más divertido de la jornada y hasta propusieron convertirlo en una tradición anual: “Perdamos a un dirigente en un hierbasal, solo para variar”, dijo un campesino con una sonrisa.