“El cliente se los puede imaginar”, asegura el gerente de la tienda en Infanta.

Una tienda ubicada en la habanera calle Infanta ha decidido vender fotos de productos de limpieza en lugar de los artículos reales.

Según el gerente de la tienda, Adalberto Rojas, la escasez crónica en la isla ha abierto nuevas puertas a la «creatividad cubana», y su establecimiento es pionero en esta tendencia.

Imaginación al poder

En las estanterías de la tienda ya no hay detergentes ni cloro, pero los consumidores pueden llevarse a casa imágenes de estos productos.

“Con una buena fotografía, uno hasta se imagina la casa limpia”, afirmó Rojas con orgullo. “Además, no hay que gastar agua ni jabón, se ahorra tiempo y energía, ¡es un concepto revolucionario!”, dijo mientras mostraba una flamante foto de un estropajo en 4K.

Ofertas “limpias”

La tienda ha lanzado una oferta especial para los clientes más exigentes: por solo 50 CUP más, pueden adquirir fotos de productos en alta definición, para que la experiencia de «limpieza mental» sea aún más realista.

“Uno mira la foto del detergente y hasta puede oler el aroma a lavanda”, aseguró Marta Romero, una clienta habitual de Infanta. “Además, con lo que me ahorré en comprar la foto, me llevé una postal del gerente sonriendo”.

Un mercado saturado de fotos

En medio del asombro, muchos consumidores han abrazado la idea con resignación.

Ernesto Palomo, otro cliente de la tienda, explicó su razonamiento: “Total, de todas formas nunca hay detergente. Ahora, por lo menos tengo la ilusión de que limpié algo”.

Mientras tanto, Yanet Leyva, madre de dos niños, compraba una foto de lejía, afirmando que iba a mostrarla a sus hijos para que supieran cómo lucía.

Economía del futuro

Algunos expertos sugieren que este modelo podría expandirse a otros sectores.

Yadira Fernández, una economista habanera, ya plantea que podríamos estar ante el futuro del comercio cubano.

“Imagina que no tengamos que hacer largas colas para alimentos porque simplemente podemos comprar una foto de un pollo. La ventaja es que no se echa a perder”, comentó entre risas.

Reacciones mixtas

Aunque muchos ciudadanos de la calle Infanta ya aceptaron la propuesta, las redes sociales han sido escenario de una verdadera lluvia de críticas.

“Esto es el colmo de la burla. Yo vine a comprar cloro, y ahora me tengo que conformar con un pedazo de papel fotográfico. No me jodan”, escribió indignada una usuaria en Facebook.

En medio del revuelo, el Ministerio de Comercio Interior se ha pronunciado a favor de la medida, destacando la resiliencia del pueblo cubano.

“Es una muestra de cómo enfrentamos las dificultades con ingenio y creatividad”, expresó la ministra. “Si no podemos tener detergente, por lo menos que lo tengamos en foto”, añadió con una sonrisa.

“Imaginemos un futuro limpio”

De momento, la tienda de Infanta sigue abarrotada, pero no por la escasez de productos, sino porque todos quieren ver de qué trata esta “nueva oferta”.

Los rumores ya hablan de una posible expansión: fotos de alimentos básicos como arroz, frijoles e incluso el emblemático pan de la bodega.

Según fuentes internas, ya se estarían preparando imágenes de pan «recién salido del horno» para que los clientes puedan imaginar el olor.