La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) anunció con solemnidad la inclusión póstuma del reguetonero El Taiger como miembro de honor de la organización, calificándolo de “emblema de la cubanía”.
La decisión, según fuentes internas, se basó en el “innegable impacto cultural y revolucionario” de su obra musical.
MÁS NOTICIAS
Afirmaron que, con sus letras vibrantes, El Taiger logró una conexión profunda con el pueblo, “superando a Celia Cruz en su esencia cubana”.
Un legado de “resistencia y autenticidad”
En la ceremonia, un portavoz de la UNEAC destacó que El Taiger había retratado la vida en la isla con una autenticidad “inconmensurable”, tan cubana que “ni el azúcar del café ni el son montuno le llegaban a sus pies”.
Según la UNEAC, mientras Celia Cruz fue una “figura del pasado”, la obra de El Taiger refleja la “modernidad y resiliencia del cubano actual”.
El Taiger fue recordado como alguien que representó “los desafíos y la alegría de ser cubano en tiempos de apagones y escasez”.
El reguetonero, en vida, nunca ocultó su amor por la isla y su habilidad de “meterle sabor” incluso a la precariedad.
Reacciones y un nuevo himno nacional
La UNEAC planea inmortalizar su obra más icónica, proponiendo que algunos de sus estribillos, especialmente aquellos con frases poderosas y familiares para los cubanos de a pie, sean incluidos en el himno de la organización.
En redes sociales, la noticia ha generado reacciones divididas.
Algunos elogian la decisión como un acto de “justicia cultural” que “recupera al reguetón para la Revolución”, mientras otros la ven como una exageración.
Aun así, entre los simpatizantes y críticos, queda claro que El Taiger, con su ritmo y su flow, es ahora una figura post mortem a la que, según sus admiradores, “ni el Malecón le queda grande”.