MADRID– Ramón Cotorro, un veterano de la revolución cubana, descubrió que no había merienda tras finalizar el desfile del Primero de Mayo.
“Mi nieta, que es dirigente de la FEU, me dijo que darían bocadito y refresco”, contó Cotorro al terminar la marcha.
MÁS NOTICIAS
El anciano, ataviado con el uniforme verde olivo que usó en la sierra Maestra y las medallas otorgadas por la revolución comunista, encabezó la caminata de este miércoles, con la esperanza de llevarse algo al estómago.
“Sostuve la bandera con las pocas fuerzas que tenía; porque ni desayunar pude. Pero sabía que al finalizar comería algo de pan. Sin embargo, me sentí engañado, porque no había nada”, confesó.
Cotorro, de 95 años, combatió en la sierra Maestra y en playa Girón, y es conocido en su barrio por ser de los pocos revolucionarios convencidos en la eficacia del sistema comunista.
“Muchos me dicen loco, pero yo sigo creyendo en Fidel y Raúl; y ahora en Diaz-Canel, y aunque es verdad que me molesté al saber que no habría merienda, después se me pasó, porque los comunistas somos así”, dijo.
Vecinos de Cotorro, dijeron a este medio que al llegar a su casa, el nonagenario se encerró y puso La Internacional para intentar que no se escucharan los ruidos de sus tripas.
“Él si cree en el sistema. Prefiere guardarse su orgullo que hablar mal de la revolución”, explicó Catalina Corrales, una vecina de Cotorro.